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Día de la Mujer

La asturiana que más pita en el fútbol femenino

Sara Fernández cumple su tercera temporada como árbitra en la Primera Iberdrola: "Cuando empecé era impensable algo así"

Sara Fernández Ceferino, entre las capitanas del Barcelona, Vicky Losada, y del Madrid CFF, Paola Ulloa, el domingo antes del partido de la Primera Iberdrola en el estadio Johan Cruyff. DAVID RAMÍREZ / SPORT. FIRMA

El Barcelona-Madrid CFF no es un clásico de la Primera Iberdrola, pero a Sara Fernández le dio la oportunidad de seguir engordando su currículo. Sara Fernández Ceferino (Sotrondio, 27 de febrero de 1988) es la única árbitra asturiana en la máxima categoría femenina desde que se instauró en 2017, con una plantilla arbitral totalmente formada por mujeres. "Estoy encantada porque gracias a esto tenemos una oportunidad que jamás nos darían en el fútbol masculino", señala Fernández Ceferino, que celebrará el Día de la Mujer, el domingo 8, arbitrando.

A Sara Fernández todavía no le ha tocado dirigir un partido de esos que reúnen a decenas de miles de espectadores, como los de la pasada temporada en el Wanda Metropolitano, Anoeta o San Mamés. Pero ha notado el crecimiento de una Liga cada vez más profesionalizada. Hasta 2017, la sotrondina ejercía de árbitra asistente en la Tercera División masculina. Ahora lo alterna. "Me gustan las dos cosas porque son totalmente diferentes", asegura.

Según Sara Fernández, la creación de un cuerpo arbitral íntegramente femenino para la máxima categoría es una muestra más de la apuesta de la Federación Española por las mujeres. "Cuando empecé en el arbitraje, hace 17 años, era impensable algo así", recalca, agradablemente sorprendida por la visibilidad que le están dando los medios de comunicación. El convenio recientemente firmado, por el que las jugadoras de la Primera Iberdrola garantizan unas condiciones económicas y laborales mínimas, también lo considera un gran paso para el fútbol femenino en España, aunque ella y sus 21 compañeras de la máxima categoría estén varios escalones por debajo de sus colegas hombres.

Una árbitra de Primera Iberdrola cobra unos 200 euros por partido, más o menos lo mismo que lo establecido para la Segunda B. "Esto también va a ir mejorando con los años", se consuela Fernández Ceferino, acostumbrada a compaginar su pasión por el fútbol con su trabajo. "Soy maestra de Primaria y me organizo bastante bien. Me entreno cuatro días por semana y en función de los partidos también hago alguna sesión en fin de semana".

La internacionalidad sería la culminación de su carrera deportiva, pero es realista: "Sería un premio, pero España sólo tiene cinco plazas de árbitras y siete de asistentes. Así que mi objetivo más cercano es mantenerme en Primera temporada tras temporada". Mientras tanto, disfruta con experiencias como cuarta árbitra, en la Liga de Campeones o partidos de selecciones. También guarda un gran recuerdo del Gijón Femenino-Sporting de abril de 2019, de Segunda División, con casi 10.000 espectadores en El Molinón.

Sara Fernández, que ya se acerca a la treintena de partidos en la máxima categoría del fútbol femenino, ve diferencias entre dirigir partidos de hombres y de mujeres, pero tampoco considera que sean más fáciles los de la Liga Iberdrola. "Las protestas de las mujeres son más calmadas, pero si no les gusta alguna decisión te lo dicen. Quizá lo que más llama la atención es que ellas no levantan tanto los brazos, no gesticulan tanto como los hombres".

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