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El OCB despide a Javi Rodríguez y Natxo Lezkano se perfila como su sustituto

El Liberbank Oviedo se decide por hacer un cambio en el banquillo a once jornadas del final de Liga con el objetivo de salvar la categoría

Javi Rodríguez, a la derecha, ayer con Oliver Arteaga en su último entrenamiento al frente del OCB. IRMA COLLÍN

Javi Rodríguez (Porriño, 1979) se convirtió ayer en el primer entrenador que despide el Liberbank Oviedo en sus quince años de historia. El técnico gallego ha sido víctima de los malos resultados del equipo, que es antepenúltimo de la LEB Oro, en descenso, con solo siete victorias cuando faltan once partidos por disputarse. La intención de la entidad es dar un cambio de rumbo a un equipo incapaz de reaccionar, inconsistente, con buenos minutos de juego, pero que nunca completa un partido entero sin tener un bajón. El club aún no ha anunciado el sustituto de Javi Rodríguez y la principal opción para relevarlo es Natxo Lezkano, técnico con amplia experiencia en la LEB Oro en equipos como el Breogán y el Palencia. También se han contemplado opciones como Antonio Pérez Caínzos, Alejandro Fernández e incluso Agustín Munárriz, hombre de la casa que ya estuvo de ayudante en el primer equipo.

El OCB ha tomado esta decisión después de encadenar tres derrotas que le han dejado muy tocado, ya que todas ellas han sido frente a rivales de la parte de abajo, con los que se están jugando la permanencia. El equipo parecía haber encontrado el camino tras sumar dos convincentes victorias frente a Breogán (72-66) y Ourense (65-72). La derrota (65-72) la siguiente jornada ante el Lleida trajo de vuelta los demonios de una temporada en la que todo le está saliendo torcido. Luego llegaron las de Almansa (81-64) y la del sábado pasado ante el TAU Castelló (76-81) que han dejado al equipo a una victoria del Lleida, que marca la permanencia, pero con el basket-average perdido con el cuadro catalán.

Nada hacía presagiar un desenlace como este en la primera jornada de la competición, cuando el OCB ganó por 70-61 a uno de los a priori grandes favoritos para el ascenso, el BTTB Mallorca-Palma. Fue un espejismo. Con el paso de las jornadas se fue demostrando que algunos de los refuerzos que había realizado el club no daban el nivel necesario para la función que tenían reservada en el equipo carbayón. Fue el caso de Guim Expósito, Gunnar Ólafsson y Tre' Coggins. La salida de estos tres jugadores fue la primera crisis grave que afrontó el club esta temporada.

La llegada a continuación de Jorge Sanz y Davis Geks parecía que podía dar al equipo más orden en el juego y algo más de tiro exterior. Y algo se mejoró con estos fichajes, pero no fue suficiente para que el equipo sumara victorias con regularidad. Lo siguiente que se hizo fue reforzar el equipo con dos fichajes importantes, Francis Alonso y Nick Washburn, que están aún recién llegados al equipo. Dos jugadores que deben aportar muchas cosas, pero que no han servido a Javi Rodríguez para sumar un par de victorias que hubieran evitado su salida del club.

Javi Rodríguez llegó al OCB en la temporada 2015-16 para ser el técnico ayudante de Carles Marco. Fue esta la primera experiencia del de Porriño como entrenador tras su retirada. Estuvo junto al catalán tres campañas, en las que el Oviedo Baloncesto jugó muy bien, se clasificó siempre para los play-off de ascenso y ganó la Copa Princesa. Su personalidad, su capacidad para llegar al jugador y su entrega llevaron al club a ver en Javi Rodríguez como el relevo natural de Marco. La pasada temporada les dio la razón, con una nueva clasificación para el play-off, pero en estas las cosas no han salido bien y el club tratará de salvar la categoría con una cara nueva al frente del equipo.

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