Unos dirigentes admitiendo que han tomado una decisión injusta y un entrenador que reconoce su fracaso al frente del equipo. La despedida de Javi Rodríguez del Liberbank Oviedo Baloncesto tuvo un desarrollo de lo más atípico cuando se trata de un deporte profesional. También tiene que ver con la filosofía del club ovetense, ya que se trata de la primera destitución de un entrenador en plena temporada en sus 15 años de existencia. El director general del OCB, Héctor Galán, intentaba cerrar ayer el fichaje del sustituto de Rodríguez, que salvo giro radical de última hora será Natxo Lezkano por lo que queda de temporada y una más en caso de permanencia.

El presidente Oviedo Baloncesto, Fernando Villabella, empezó diciendo que lo excepcional de la situación le obligaba a dar la cara. Y, con Javi Rodríguez a un lado y Héctor Galán al otro, no se anduvo por las ramas: "Es un día muy triste. Algo inesperado y no planificado. En 2004, cuando se fundó el club, una de las líneas básicas era que no te podías cargar a un entrenador a mitad de temporada".

Villabella no dudó en reconocer que destituir a Rodríguez era una decisión "injusta, la última bala de un juego de una ruleta rusa. No lo calificaría como falta de confianza en su trabajo, sino en un intento a la desesperada de salvar algo que nos ha llevado 16 temporadas, como ha sido colocar al baloncesto en Asturias al máximo nivel. Quiero dejar constancia del agradecimiento del club a Javi por su trabajo y por su forma de ser.. En una muestra más, cuando se lo comunicamos, no nos decepcionó".

Y el presidente, lejos de lanzar el mensaje de optimismo propio de estos casos, recalcó: "Podemos repetir todos los latiguillos que se utilizan en estas situaciones y que desgraciadamente hemos descubierto que tienen una parte de verdad: hay que buscar una motivación extra, el equipo no gana partidos, el club ha hecho dos incorporaciones primero y ahora otras dos. Es verdad que siempre se rompe por el lado más débil, pero hemos retrasado todo lo posible este decisión, que por otra parte no estamos seguros de que vaya a ser la panacea de la salvación. En todo caso, la no salvación no será culpa de Javi. Será culpa de una serie de factores que se han confabulado para estar en esta situación".

Aunque Héctor Galán se ha responsabilizado de la confección de la plantilla, Javi Rodríguez quiso asumir su parte de culpa: "Desde el primer momento de esta temporada tomamos decisiones erróneas, muchas por mi parte. Soy el máximo responsable porque en este año y medio el club me dio la opción de fichar al 95 por ciento de los jugadores. Tuve la suerte de que el club confiara y confía en mí. El primer año acertamos y éste, por lo que sea, las cosas no han funcionado. Si nos ponemos a analizar la cantidad de incidencias que hemos pasado sería para escribir un libro, pero yo nunca he puesto ninguna excusa".