Tremendamente cabreado con el arbitraje. Así compareció ayer en rueda de prensa el entrenador del Marino, Oli, tras la derrota de los suyos (1-2) ante el Langreo. El míster local criticó con dureza la expulsión de Luis Morán con roja directa. "Marcó totalmente el partido", lamentó el preparador de los gozoniegos, que cargó contra los últimos arbitrajes sufridos: "Hubo un tufillo por ahí de que en Miramar se pitaban muchos penaltis, y llevamos unos arbitrajes un poco raros. Hoy (por ayer) nos han pitado como si fuésemos el Marinín y no el Marino de Luanco".

Más allá de la labor del colegio, Oli hizo un balance positivo del juego de los suyos. "Con diez estuvimos bien y tuvimos el empate hasta el último momento", afirmó, satisfecho con el trabajo que viene realizando la plantilla. "Estamos teniendo buenos resultados en casa. El lunes volveremos a entrenar y a trabajar", destacó, no sin antes volver a apuntar a los árbitros: "Si nos dejan nos salvaremos".