A Pablo Carreño la suspensión le cogió con las maletas hechas, dispuesto a viajar a Estados Unidos hoy mismo para participar en Indian Wells. Pero el contagio masivo del coronavirus paró la sociedad y, con ella, el deporte. "Estuve esperando a ver qué pasaba, a ver si me iba a Miami, pero tampoco, porque la ATP decidió cancelar todos los torneos de las próximas seis semanas", explica el tenista a LA NUEVA ESPAÑA. El tiempo de pausa, además de a Indian Wells y Miami, afecta a Marrakech, Montecarlo y Barcelona. De momento.

Carreño tenía en su agenda la disputa de Montecarlo y Barcelona. "Por ahora, como todo el mundo, aquí estoy, esperando a ver qué pasa y si se va solucionando la cosa o qué", indica. No parece que la situación vaya a mejor porque el propio Carreño apunta que "están cerrando también los clubes de tenis y los gimnasios, no va a ser fácil ni entrenar". No obstante, para el asturiano, "ahora lo prioritario es estar sano". Para él son momentos de "incertidumbre porque no sabemos cuándo podremos volver a jugar o cuándo se podrá salir de casa. Estoy como cualquier otra persona, independientemente de la profesión que tenga".

El Centro de Alto Rendimiento de Barcelona ha sido cerrado. "Al principio lo dejaron abierto para los deportistas olímpicos y eso me estaba permitiendo poder entrenar, pero después se tomaron medidas más drásticas, y ahora tampoco podemos entrar", señala Carreño. El gijonés no se atreve a pronunciarse sobre qué pasará con Roland Garros. "Lo que está claro es que corre peligro. Ojalá que dentro de un mes o mes y medio esté todo más controlado y podamos saber una fecha en la que se volverá a jugar". Tampoco quiere pensar en una suspensión de los Juegos Olímpicos, una de las citas señaladas para la temporada y que le hace especial ilusión. Para poder participar tiene que estar entre los 50 mejores del mundo y entre los cuatro primeros de España, condiciones que cumple en estos momentos ya que es el 25.º del ranking ATP y el tercero de España, tras Nadal y Roberto Bautista. "Ahora lo principal es la salud e intentar pasar estos momentos, que esperemos sea lo antes posible. Olvidarse un poco del tenis y pensar más en la salud y en la vida normal", defiende.

Los jugadores están en estrecho contacto para ver la evolución de la situación. "Antes de tomar la decisión de parar todos los torneos durante seis semanas, la ATP se reunió con el 'Player Council', que es un grupo de jugadores que nos representa. Además, muchos jugadores estamos en un grupo de Whatsapp. Somos de diferentes países y en cada uno hay distintas restricciones. Algunos no lo veían tan grave; otros, sí. Creo que se ha hecho lo correcto, no todo se arregla jugando a puerta cerrada porque hay muchos países que cierran las fronteras", relata.

Carreño no tiene claro qué pasa con los puntos de los torneos que no se disputan: "Si esto se alarga habrá gente que va salir muy perjudicada. No es mi caso, porque el año pasado en el primer tramo de la temporada estuve lesionado y apenas tengo puntos que defender y no voy a perder puestos, incluso puedo adelantar posiciones porque otros jugadores sí los perderán". Para el asturiano, "es una situación complicada que no creo que se haya dado nunca antes. La ATP tendrá que estudiarlo y tomar una decisión. Pero creo que se van a seguir restando puntos de los torneos aunque no se jueguen porque no puedes dar puntos sin jugarlos".

Al igual que pasa en Asturias, en Barcelona también hay problemas para encontrar algunos productos en los supermercados. "Ayer, después de entrenar, fui de compras y fue imposible encontrar alguna de las cosas que necesitaba", comenta Carreño. Como el resto de deportistas, a Pablo Carreño le esperan días de incertidumbre.