Pendientes de conocer cuándo el equipo retomará la actividad colectiva en Mareo, y la fecha en la que reanudará la competición, si llega a producirse, los jugadores rojiblancos ya pasan por su momento de mayor paréntesis del curso, ya que el último partido se remonta al pasado día 8. Y eso que entre el final y el principio del año estuvieron 17 días sin jugar, desde el 21 de diciembre ante el Extremadura al 7 de enero en Zaragoza, en un choque que se aplazó cuatro días por un brote gripal en el vestuario rojiblanco.
Al parón había llegado el Sporting con solo dos jugadores no disponibles: Marc Valiente y Bogdan. El central, que ya trabajaba con el recuperador, pasaría a estar disponible para esta jornada en la que tocaba derbi. Mientras que a Bogdan se le esperaba para mayo. Djukic afrontaba sin muchos contratiempos en forma de bajas el último tramo de Liga. Algo que ahora, bajo la atenta mirada del cuerpo técnico y los médicos, se quiere mantener, para que, cuando se retome la competición, el Sporting se aproxime lo máximo posible al estado de forma que tenía hace dos semanas, y que ningún contratiempo físico altere el día a día después de este parón imprevisto por el coronavirus.