En muchos aspectos, los Juegos Paralímpicos van siempre a rebufo de su hermano mayor, el que concita la atención del mundo cada cuatro años. Pero el aplazamiento de la edición de Tokio para 2021 ha servido para comprobar la capacidad de respuesta del Comité Paralímpico Español. Durante la primera semana del estado de alarma, casi un centenar de deportistas clasificados para la cita recibieron en sus casas material para que el parón les afectase lo menos posible. Es el caso del atleta asturiano Alberto Suárez Laso, medalla de oro en Londres 2012 y de plata en Río 2016 en maratón, que ya tiene en el salón de su casa en Oviedo una elíptica.

"Es bastante grande y costó mucho trabajo subirla", explica Suárez Laso, encantado con una máquina que le hace más llevadera la situación: "Antes de que me llegase, subía y bajaba las escaleras del edificio, pero así era muy complicado mantener el tono muscular. Siempre asociamos la elíptica con lesiones porque permite simular la carrera, pero sin impacto". En todo caso, echa de menos salir a correr: "Nada puede sustituir a tu zancada natura y llevar tu ritmo de carrera. Eso, después de unos días parado, se pierde".

"Estábamos a punto de completar un ciclo de trabajo. Y lo vamos a perder por mucha elíptica que haga", reflexiona el atleta, que pasó unos días de incertidumbre hasta que se anunció el aplazamiento de los Juegos: "El problema era que no sabíamos si los rivales estaban entrenando o no. Y eso era injusto porque el lema de los Juegos Olímpicos es la igualdad entre todos los deportistas".

Para Alberto Suárez Laso (Riosa, 19 de diciembre de 1977) era muy importante poder preparar adecuadamente la cita que el aplazamiento, por lo que apoya un aplazamiento que le hará llegar a Tokio camino de los 44 años: "Unos meses más o menos no suponen demasiado, sobre todo para los corredores de fondo. Lo que necesitamos es que pongan ya una fecha, para planificar mejor".

De momento, Suárez Laso cumple en casa el plan de trabajo semanal que le envía su entrenador, Chus Castaño: "Hago una sesión de hora y media por la mañana y otro tanto por la tarde. Tengo que mantener una disciplina porque me gusta mucho comer y los kilos vienen en seguida". Castaño aclara que "ahora el objetivo es mantener la fuerza. El trabajo aeróbico vendrá después". El entrenador también espera saber pronto la nueva fecha de los Juegos para elaborar un plan que permita a Suárez Laso colgarse su tercera medalla paralímpica.

Al igual que su pupilo, Chus Castaño no vería con malos ojos unos Juegos en primavera "porque habrá menos calor que en verano". Ambos esperan volver a una cierta normalidad en dos semanas, pero mientras tanto toca mantener el tono físico en casa, además de buscar otros entretenimientos, como explica Suárez Laso: "Juego con mi familia al parchís y a las cartas. También veo series de todas las plataformas. A la compra voy cada dos o tres días. Entre unas cosas y otras, cuando te das cuenta llegó la hora de ir a la cama".