Los datos indicaban ayer que en Japón se superaba por poco las 2.000 personas infectadas por el coronavirus, y poco más de medio centenar de muertos. El país asiático, pese a encontrarse cerca del epicentro de China, cuna del coronavirus, se ha mantenido aislado de los contagios masivos. Allí la actividad futbolística paró tres semanas antes que en España. Solo se disputó la primera jornada, y a partir de ahí se decidió prolongar la competición. Le afectó esa situación a Stefan Scepovic, delantero serbio y exjugador del Sporting, que ahora espera con calma, y realizando una vida relativamente normal, a que el virus permita que Japón vuelva a disfrutar del fútbol.
"La situación en Japón es mucho más normal que España y Europa. Hacemos vida normal, la gente trabaja. Nosotros nos entrenamos junto con normalidad en el campo, aunque no tenemos partido de Liga, sino amistosos los fines de semana", cuenta Stefan Scepovic, que milita en el F.C. Machida Zelvia, al que llegó hace un par de meses procedente del Jagiellonia Bialystok de Polonia. El pasado fin de semana les tocó disfrutar de cuatro días de descanso. Pero el próximo tendrán trabajo, con un amistoso ante el Kashima Antlers.
Lo más duro, en este momento en el que Japón vive una relativa tranquilidad, es que Scepovic se encuentra alejado de su familia. "Iban a venir mi mujer y mi hija, pero justo tuvo la varicela, y no pudieron acercarse", cuenta. Pero al menos se queda con la experiencia de que puede distraerse con el fútbol. "Entrenamos y seguimos una rutina. Me llegan noticias de España, y aquí no es una situación tan dura", subraya el atacante serbio.
En Japón, donde el fútbol se paró antes que en España, ya tienen fecha para volver: el 2 de mayo en la Segunda División, en la que juega Scepovic. "Tendremos que jugar seis partidos al mes, para recuperar lo perdido, pero ya hay ganas", explica.
Allí el coronavirus no ha causado el mismo impacto que en España, con una cifra alta de contagios. Algo que se puede achacar a la cultura japonesa, donde el confinamiento no ha sido obligatorio, pero sí que los ciudadanos evitaron aglomeraciones y cumplieron con las medidas de precaución. "Hay que ser disciplinado, escuchar lo que se dice, y hacerlo, porque es como se va a pasar todo. Es necesario ser ordenado para que no haya más contagios, sino la cosa se va haciendo de más en más", explica Scepovic. "Es algo que no solo pasa afecta España, sino también a otros países", comenta en referencia al contacto que mantiene con su familia de Serbia. "Si te mandan quedarte en casa 14 días hay que respetarlo. Es para el bien de todos", añade el exjugador rojiblanco.
Una década de viajes
La epidemia mundial le pilla a Scepovic en Japón, un nuevo país, dentro de una trayectoria futbolística que le ha llevado a nueve países diferentes La última década: Serbia, Italia, Bélgica, Israel, España, Escocia, Hungría, Polonia y Japón. Esa circunstancia provoca que haya dejado amigos en todos ellos -ha estado en 15 equipos diferentes los últimos 12 años-, y que se preocupe por cómo afecta el coronavirus en estos rincones.
