El Oviedo, 3,5 millones en peligro: Jugar a puerta cerrada atenuaría el golpe y dejaría de ganar entre 1,5 y 1 millón
El Oviedo se enfrenta a la incertidumbre con una doble lectura. En el caso de que se dé la temporada por anulada por la crisis del coronavirus, el equipo lograría la permanencia. De momento, el club se mantiene al margen. “No podemos tener gente dejándose la piel y estar más pendientes de reanudar o no la Liga”, escribió ayer Menéndez Vallina, presidente azul, en Twiter. Pero cortar de tajo la Liga traería, unas consecuencias económicas importantes que afectarían a la salud financiera de la campaña. Anular lo que resta de competición podrá suponerle al Oviedo dejar de ingresar más de 3,5 millones de euros.
La cifra se obtiene de los datos que el club ofreció en la junta de accionistas para el presupuesto de la actual temporada. Se ha aplicado una disminución del 25%, correspondiente a las 11 jornadas que quedan por jugar.
La partida de previsión de ingresos más importante del presupuesto que se vería condicionada es la relativa a los derechos de televisión. El Oviedo cifra en 7.125.000 euros el ingreso de la campaña, por lo que se quedaría sin 1.781.250 euros. Una disminución pronunciada. Menos costosa pero también relevante es lo que se dejaría de ingresar de abonados y socios. Los clubes no se han pronunciado al respecto, pero parece claro que resarcirán a sus abonados de una manera u otra por la ausencia de partidos. De los 3,2 millones previstos habría 805.000 euros que se dejarían de embolsar.
Otras partidas que se verían condicionadas por el fin abrupto de la competición son: comercialización (pérdida de 291.408 euros), taquillas (110.306) y publicidad (600.000). En total, el Oviedo podría dejar de ganar 3.587.964 euros si la Liga se da por concluida.
El escenario mejora, aunque también incluye problemas, en el caso de que la competición tenga que desarrollarse a puerta cerrada: La solución que en estos momentos parece más sencilla de ejecutarse. En ese caso, el Oviedo mantendría el descenso de ingresos en taquillas (110.306 euros) y abonados (805.000). Es decir, un mínimo de 915.306 euros. Pero, además, la Liga ha calculado un 5% de disminución de ingresos en otros conceptos como televisión (-356.250 euros para el Oviedo), publicidad (-120.000) y comercialización (-1.165.632). Añadiendo las estimaciones de la patronal, el conjunto azul podría dejar de ganar si la Liga concluye a puerta cerrada 1.449.838 euros.
Un detalle que parece dulcificar la situación es que el presupuesto prevé un beneficio de 146.454 euros antes de impuestos, una cantidad que podría ser empleada para tratar de amortiguar el golpe.
El Oviedo se sitúa en una posición similar de incertidumbre y preocupación a la del resto de clubes del fútbol profesional, aunque tiene algunos factores que le permiten navegar en una posición ventajosa. No contar con deudas con los organismos públicos es la más evidente. Una bendición en la previsible situación de contracción económica que vivirá el fútbol en los próximos años. El Grupo Carso no ha iniciado ningún movimiento para plantear un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) o reducción de salarios entre sus futbolistas, aunque no es descartable que pueda suceder en el futuro. De momento, el grupo se mantiene a la espera.
Las cifras calculadas se refieren únicamente al capítulo de ingresos, pero el agujero económico causado, bien por el cierre de la competición, bien por la continuidad a puerta cerrada, quedaría atenuado por los gastos que se ahorrarían las entidades: desplazamientos, luz, material deportivo, apertura del estadio...
El Sporting, 4 millones de euros sin ingresar: Los 914.000 euros de beneficio, "colchón" si la Liga finaliza
La incertidumbre sobre el cómo y cuándo se volverá a recuperar la normalidad tras la crisis del COVID-19 golpea a la economía y a una de sus grandes industrias, la del fútbol. En el caso del Sporting, el club rojiblanco dejaría de ingresar al menos 4 millones de euros entre taquillas, abonos, tiendas, publicidad y televisión (el 25% de los presupuestado) si la Liga se diera por nula y no se disputaran las once jornadas que restan en Segunda. El conjunto gijonés, que mantiene la idea de evitar en la medida de lo posible un ERTE, tiene un pequeño “colchón” para mitigar el efecto negativo del parón, los 914.685 euros que presupuestó como beneficio, antes de impuestos, para esta campaña y que ayudarían a paliar unas pérdidas difíciles de medir con exactitud por las muchas variables del escenario.
El Sporting ha hecho su propia estimación de los escenarios económicos que se le presentan de cara a este final de temporada. En el caso del más pesimista, el de dar por finalizada la competición, el club valora en algo más de 3 millones de euros el agujero económico que supondría, sin incluir ahí la posibilidad de negociar un acuerdo con los futbolistas para una reducción de sus sueldos. Este cálculo tiene en cuenta la caída en los ingresos, que en la estimación de LA NUEVA ESPAÑA estaría en torno a los 4 millones de euros antes mencionados, pero le añade el ahorro que supondría para la entidad evitar pagos como el de los desplazamientos del equipo, la apertura del estadio, luz, agua y otros gastos que se afrontan en el día a día de la actividad del conjunto rojiblanco.
Las pérdidas serían menores siempre que la competición continúe, aunque se asume que en la mejor de las situaciones será complicado cumplir con los ingresos previstos. En el caso de que se retome la Liga y se haga a puerta cerrada, la estimación es que en el caso del Sporting pueda repercutir en tener que afrontar una caída en sus ingresos de 1,2 millones de euros (relativos a abonos y taquillas), si bien la propia Liga añade un 5% de disminución en el resto de ingresos, que en el caso del Sporting podría aumentar en otros 575.000 euros. Además, el Sporting perdería la oportunidad de hacer una de las taquillas más importantes de la temporada, la del derbi asturiano. La temporada pasada, solamente ese partido, reportó a las arcas del club 105.000 euros en venta de entradas.
Los clubes han recibido ya algo menos del 90% de los ingresos que les corresponden por los derechos de televisión, una cantidad que se sitúa en torno a 7,5 millones de euros en cifras globales de la temporada para el Sporting. De no reanudarse la Liga, desde un punto de vista teórico, los clubes deberían devolver la parte proporcional a los partidos que no se disputaron, o bien esa cantidad se les descontaría la siguiente temporada.
Otra gran variable a tener en cuenta para medir las consecuencias económicas es el efecto en los sueldos. El descenso de la cifra de negocio tendrá una relación directa en el del presidente y los consejeros, ya que su salario corresponde a un porcentaje del mismo. El Sporting cerró la pasada temporada con 294 empleados entre consejeros; personal no deportivo; jugadores; técnicos; trabajadores de la cantera y personal fijo discontinuo. Un ERTE afectaría a todos o a la gran mayoría de ellos. La principal partida, por ser la de mayor volumen económico, sería la de los futbolistas. En clubes como el Barcelona los jugadores se rebajaron un 70% su salario para sortear la crisis desatada por el COVID-19.
