El viernes 13 de marzo, cuando ya se conocía que se habían aplazado los partidos del Sporting en La Coruña ante el Deportivo y del Oviedo en el Carlos Tartiere frente a la Ponferradina, se celebraron los últimos entrenamientos de los dos principales equipos asturianos. Mareo y El Requexón, que ya llevaban días con entrenamientos a puerta cerrada, pararon su actividad entonces de forma definitiva por el avance del coronavirus. A partir de ese día, cambió el plan deportivo de ambos equipos, con entrenamientos individuales de los futbolistas tanto del Sporting como del Oviedo en sus domicilios particulares. Un mes en el que los jugadores han seguido un plan detallado de trabajo, hasta recuperar la rutina y volver a trabajar en grupo.