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Hacia la normalidad

Oviedo y Sporting se sitúan en la posición más cercana desde que hace trece meses las relaciones fueran "interrumpidas" | La campaña contra el coronavirus y los mensajes tras la muerte de Biempica y la dolencia del presidente azul, puntos de unión

Hacia la normalidad

A veces, un wasap puede superar incluso una trinchera. Un gesto, por nimio que parezca, ayuda a agilizar la situación. Ha sucedido con el Oviedo y el Sporting. Las dos instituciones más grandes del deporte asturiano parecen vivir un periodo de acercamiento importante, empujados por la situación actual, que puede servir de acicate para dejar atrás una "interrupción en las relaciones" que se prolonga desde hace trece meses. Ya ha sucedido en otras ocasiones que a un gesto de alguno de los bandos le sigue otro paso atrás, pero desde que el entendimiento se rompiera a finales de marzo de 2019, nunca la reconciliación había parecido tan cercana. La crisis sanitaria global en la que el Oviedo y el Sporting han unido sus fuerzas (con derbi virtual incluido), y los mensajes privados entre directivos (fallecimiento de Biempica) y públicos (dolencia de Jorge Menéndez Vallina) sirven de puentes para un futuro marcado por la previsible crisis que también afectará al millonario negocio del fútbol.

Los caminos del Oviedo y el Sporting se separan de forma abrupta el 26 de marzo de 2019, cuando el club de la capital lanza un comunicado, dos días después del derbi, en el que acusa al Sporting de maltratar a sus aficionados en El Molinón. Las escenas del 24 de marzo habían dado la vuelta a España. Registros excesivos, aduce el club azul, que culpabiliza a la seguridad privada del club rojiblanco. Aquel comunicado azul pone distancia entre las dos entidades: anuncia que las relaciones quedaban "interrumpidas".

El Sporting responde a las horas con otro comunicado. Argumenta que se había limitado a cumplir con las normas de la Liga y acusa a los aficionados azules de destrozos en El Molinón. Incluso muestra el resultado del paso de la afición del Oviedo por el estadio. "Una imagen vale más que mil palabras", señala el consejero Javier Martínez. A partir de entonces, un abismo entre ambos.

Los meses avanzan sin guiños entre ambos. Incluso tratan de evitarse en las reuniones convocadas por la Liga. Nadie sabe explicar muy bien en qué consistía la "interrupción de relaciones", la clave era esperar al siguiente derbi para descifrar la guerra de gestos.

Antes, hay algún tibio acercamiento. Como el que tiene lugar en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA durante la gala de los mejores del fútbol regional, en septiembre. Las partes no evitan el contacto. Fernando Corral y Javier Martínez, amigos al margen de la pelota, estrechan sus manos ante las cámaras. Es un gesto sin recorrido. Al menos públicamente.

Si había algo que unía a los dos clubes es el intento por normalizar el derbi en las gradas. Por eso, la Delegación del Gobierno se convierte en noviembre en el centro de operaciones de una serie de reuniones que podrían acercar a las dos directivas. Y así parece cuando Fernando Corral señala que "las relaciones con el Sporting son totalmente cordiales", y desvela una conversación entre presidentes. Javier Martínez cierra la puerta minutos después: "Si hay nuevas explicaciones deben ser públicas, no solo de presidente a presidente".

Los clubes y sus seguidores no llegan a un acuerdo con la Delegación del Gobierno, que anuncia que repetirá el férreo dispositivo de la temporada anterior. Las peñas rojiblancas deciden no viajar. La directiva les secunda: el 17 de noviembre, el derbi asturiano se juega sin desplazamiento de sportinguistas ni presencia rojiblanca en el palco.

La competición vuelve a focalizar los esfuerzos de los dos sin que se adviertan cambios. El derbi asoma cuando el coronavirus detiene el planeta. Surge la posibilidad de hacer algo de forma conjunta y se inician las conversaciones. Antes, el fallecimiento de Rafael Biempica, figura en el Sporting del "Matagigantes" y exjugador azul, motiva que las dos partes vuelvan a reencontrarse. Al igual que sucedió con la muerte de Quini, la pérdida de una figura de gran carisma obligaba a dar el paso. Menéndez Vallina, presidente del Oviedo, escribe un mensaje a Javier Fernández, máximo dirigente rojiblanco, trasladando el pésame institucional. El gesto es el primero de varios pasos que ambos clubes han compartido en una situación dura y singular por el COVID-19.

Sporting y Oviedo presentan, días después, una campaña conjunta. Es la semana en la que el derbi asturiano, aplazado hasta la reanudación, tenía que disputarse. "En esta tierra se cree, se sufre, se sueña, se insiste y se pelea. Gracias. Este derbi lo ganamos todos", reza el lema, compartido, bajo el que ambas entidades mostraron su apoyo a la lucha contra el COVID-19. La campaña se publica durante varios días en diferentes plataformas, siendo la única diferencia los colores y escudos.

En la semana del derbi llega a jugarse un partido, pero de manera virtual. No fue sencillo acordarlo, pero acabó cerrándose. Jugadores del Sporting y el Oviedo se enfrentan al FIFA en una iniciativa en la que tuvo su peso la ayuda a Cruz Roja. Desde sus casas, Álvaro Vázquez y Nacho Méndez representan a los rojiblancos. Yoel Bárcenas y Carlos Hernández, a los azules. La victoria fue amplia para los carbayones.

Otro percance, el de la crisis hipertensiva sufrida por Jorge Menéndez Vallina, presidente del Oviedo, hace que los dos clubes más importantes del fútbol asturiano se muestren más cercanos que nunca. Javier Fernández se pone en contacto con Manolo Paredes para interesare por el estado del dirigente carbayón y ponerse a su disposición. La comunicación, desde ese momento, ha sido periódica para conocer la evolución del dirigente. En el club gijonés se ha pasado, recientemente, por una situación similar. La sensibilidad es alta. No hay lugar para formalismos.

Sin fecha para la vuelta a la competición, en el alero continúa la disputa del derbi, mientras temas espinosos como el fuerte dispositivo de seguridad en torno a los aficionados visitantes, último punto de gran discordia, quedan aparcados. No por el momento. Casi con toda seguridad el Sporting-Oviedo será a puerta cerrada, si es que la Liga vuelve a celebrarse. Son tiempos para unir fuerzas y esfuerzos. Lo saben, por doble motivo, Javier Martínez y Fernando Corral, compañeros en Otea, asociación de hostelería y turismo de Asturias y amigos. El futuro puede marcar un camino sin enfrentamiento entre el Oviedo y el Sporting.

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