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Defensa segura ante el virus

Débora Torreira, lateral del Liberbank Gijón de balonmano, trabaja de Policía Nacional: "No somos héroes, estamos para ayudar"

En un partido del Liberbank Gijón de balonmano.

Gijón, Pablo ANTUÑA

Débora Torreira es de las que echa de menos el balón. "Llevo entrenando todos los días desde que tengo ocho años. Forma parte de mi vida. Me falta algo". A sus 28 años vive, como otros muchos deportistas, el parón provocado por el confinamiento. Juega de lateral en el Liberbank Gijón de balonmano se entrena en su casa. Pero tiene también tiempo para echar un cable a la sociedad fuera en esta situación excepcional. Trabaja de Policía en la Comisaría de Gijón. Y aparta su grano de arena en este momento, con ese espíritu de trabajo en equipo que muestran los deportistas que tienen vida más allá de la cancha, en los servicios sanitarios, las fuerzas de seguridad y otra serie de empleos que realizan un esfuerzo extra para ayudar a la sociedad en estos momentos difíciles.

"Hacemos nuestra labor. Estamos para ayudar a la gente. Es un esfuerzo de todos, cumplimos nuestro deber para preservar la seguridad y la salud de las personas, es una labor de toda la sociedad", reconoce Torreira sobre su cometido como Policía. "Son días en las que hay que extremar algo más las medidas de seguridad. Pero no somos héroes, solo cumplimos con nuestro trabajo", explica antes de reconocer que las muestras de cariño que reciben de la gente les emocionan.

En la Comisaría de Gijón lleva trabajando dos años, desde su fichaje por el Liberbank. Ahora lo hace en el Área de Seguridad. "Gracias a la Policía Nacional puedo compatibilizar las dos pasiones, porque me permiten cambiar mis horarios para poder ir a entrenar, y cuando tengo un viaje cada dos semanas", explica Torreira. "Está muy bien porque puedo hacer mis dos pasiones, pero también tengo el sacrificio personal de que el mismo día hay que trabajar y también entrenar, pero lo hago encantada. Y también los días que tenemos entrenamiento físico por la mañana, tengo que hacer entrenamiento doble por la tarde para ponerme al mismo nivel que mis compañeras", subraya.

El parón de Liga lo lleva con calma. "Estaba tocada del tobillo, así que me viene bien para recuperar", explica Torreira antes de contar que al menos puede entrenarse en buenas condiciones en su casa. "Tuve suerte que me compré antes de todo esto una cinta de correr y utensilios de pesas y gomas, que al final es algo clave para simular el ejercicio del golpeo y no acusarlo cuando se vuelve a los entrenamientos", indica la jugadora del Liberbank Gijón.

El balonmano, como otros deportes, sigue a la espera de conocer cómo se resolverán las temporadas, sí se acaban disputando los partidos pendientes o se suspende. Débora Torreira lo tiene claro: no se pueden correr riesgos. "Por salud no se debería jugar más, podemos exponernos a contagiarnos. Y es precipitado tener que jugar en junio y julio sin casi pretemporada", cuenta. El conjunto gijonés se encontraba en cuarta posición cuando se paralizó la competición, con plaza para disputar competición europea. "Todo eso queda en segundo plano, importa más la salud", concluye Torreira.

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