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El deporte también sufre

"Los deportistas estamos desamparados", señala Eduardo Blasco, nadador vasco afincado en Gijón

Eduardo Blasco, en un entrenamiento antes del parón por el confinamiento . E. B.

Este próximo verano podría haber disputado sus primeros Juegos Olímpicos. También aspiraba a pelear por un buen papel en el Mundial de Actividades Subacuáticas, después de dominar a nivel nacional las últimas ediciones. Pero a Eduardo Blasco, nadador vasco afincado en Gijón desde hace 10 años, se le cortaron todas sus ilusiones, como al resto de deportistas por el coronavirus. Aunque ahora lo que más le preocupa es el futuro. "No comprendo por qué a autónomos, empresarios, obreros o artistas se les hacen ERTES o lo que necesiten, y a los deportistas de alto nivel ni siquiera se no has llamado para ver cómo estamos y decirnos que si quiera va a salir bien", señala.

Blasco recalca que lo prioritario es la salud, y que el deporte tiene que quedar en un segundo plano, pero también lanza un mensaje de crítica: "Los deportistas estamos desamparados a nivel administrativo, estamos abandonados". También se muestra crítico con el trato que han recibido: "Si son capaces de venir a mi casa para un control antidopaje, deben ser lo suficiente diligentes, para llamarme por mi nombre, apellido y disciplina deportiva, para darme una solución para el futuro".

Los últimos días, tras casi un mes y medio solo confinado en Gijón, pudo desplazarse a San Sebastián para reunirse con su familia, debido a una colaboración que tiene con un programa de la radio vasca pública. Y allí se ha quedado. Allí ha comprobado el impacto del COVID-19: sus padres son médicos y su madre se ha contagiado. "Es una situación difícil, viendo a tantos pacientes, que no les afectase. Por eso el deporte lo considero secundario en estos momentos, pero no por eso me deja de preocupar el futuro", indica.

El tiempo de confinamiento, como muchos deportistas, lo aprovecha para seguir haciendo ejercicio en casa. "Tengo algo de material, pero me preocupo más por tener una rutina y una buena alimentación", señala. "El problema es que en otros países hacen ya algo de ejercicio y aquí no, cuando lleguen las competiciones van a estar mejor preparados y sacarán mejores resultados que los españoles", advierte.

Blasco, a sus 25 años, tiene un amplio palmarés en Salvamento y Socorrismo y Actividades Subacuáticas (29 veces campeón de España, 35 veces récord de España, 52 veces medallista absoluto y 7 medallas en Mundial o Europeo). El parón le ha venido bien al menos para aprovechar y retomar con más intensidad sus estudios de Derecho, su pasatiempo junto a la música, series y cine hasta que el futuro de los deportistas se despeje.

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