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Fallece Michael Robinson, una voz ligada al fútbol

El exfutbolista y comunicador se va a los 61 años l "Era divertido, carismático y original", lo definen quienes lo trataron

Michael Robinson. MOVISTAR +

Michael Robinson falleció ayer, a los 61 años, a causa de un cáncer con metástasis, que le fue diagnosticado en diciembre de 2018. Su precipitada marcha ha causado impacto en el mundo del deporte. Robinson, que fue jugador del Liverpool y Osasuna, entre otros, superó en su papel de comunicador su legado como futbolista. Su carácter, desenfadado y alegre, casó con una cultura, la española, a la que se adaptó sin estridencias. El británico deja un hueco difícil de llenar.

"Era una persona muy divertida, a la que le encantaba contar anécdotas. Un compañero de mesa increíble. Quedabas con él a comer y acababas de madrugada". El periodista asturiano Juanma Castaño, director de "El partidazo" de la cadena COPE, resume en pocas líneas el carácter de una persona fácil de tratar. Castaño mantenía relación directa con Robinson desde 2001, cuando el asturiano se incorporó en Madrid a la redacción de la Cadena SER. "Aportó un sello especial, lo hizo con su estilo alegre y divertido y, sobre todo, con un respeto por el periodismo increíble. Fue una persona que siempre me acompañó: primero en casa, cuando lo escuchaba, y luego en el trabajo. Era entrañable, cariñoso y divertido", explica el periodista.

La huella más profunda la ha dejado en los medios de comunicación: Televisión Española, SER, Canal Plus... "Tenía carisma y era original. No le recuerdo ni una sola bronca", lo describe Castaño. Una de las paradas obligatorias de Robinson cuando acudía a retransmitir partidos del Sporting era Casa Arturo. Allí lo esperaban con su plato preferido. "Lo que más le gustaba era el repollo con gambas. Hasta lo promocionaba fuera de aquí", rememora Arturo Muñiz. "Era una persona amena, majísima y espontánea", subraya.

Pero, antes, Robinson fue futbolista. Un esforzado delantero que pasó por Preston North End, Manchester City, Brighton & Hove Albion, Liverpool (fue campeón de Europa), Queens Park Rangers y, finalmente, Osasuna. En Pamplona consumió su fútbol (1986-89) y se enamoró de España. Allí coincidió con José Ángel Ziganda, técnico del Oviedo. "Mi debut fue sustituyéndolo", recuerda el entrenador. "Compartí vestuario y habitación. Yo era un chaval que empezaba y él un campeón de Europa. Recuerdo su grandísimo sentido del humor, pero cuando tocaba competir hacía gala de una extraordinaria mentalidad ganadora", subraya.

También Juan Carlos Unzue, que fue portero del Oviedo entre 1999 y 2001, coincidió en el vestuario de Osasuna con el británico. "Un tipo con una alegría contagiosa. Muy listo y muy vivo. Desde que llegó a Pamplona entendió lo que demandaba el público de El Sadar: era un jugador de raza, de pelear al máximo. Se adaptó a lo que quería la afición y se la ganó en apenas dos años", dice. Entre las anécdotas, Unzue señala que "iba a todos los sitios con el diccionario español-inglés. No sabía ni una palabra, pero quería aprender muy rápido. A los dos meses ya chapurreaba el español y soportaba bien las bromas".

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