Cinco minutos antes de que se inicie la charla, Miroslav Djukic y José Ángel Ziganda conversan alegremente, en un "off the record" que está siendo emitido por el canal de Youtube del Comité Asturiano de Entrenadores de Fútbol (CAEF). Los dos hablan con cercanía, tras más de una batalla librada en los terrenos de juego allá por los años 90. Ziganda, ariete puro; Djukic, defensa con criterio. El del Oviedo le cuenta a su homólogo que tenía a su mujer e hijas de visita justo cuando empezó el confinamiento y que le están haciendo la espera más agradable. El serbio está con su mujer, sus hijos siguen en Valencia.

Los entrenadores de Oviedo y Sporting ven la luz al final del túnel de la pandemia con la esperanza de regresar a lo que más les gusta: la rutina de dos entrenadores que siguen un camino con semejanzas en los dos históricos clubes asturianos. En la charla, moderada por el periodista José Ramón Rodríguez y en la que también participa Juanjo Corujo (presidente de CAEF), los dos coinciden en que ansían el regreso a la rutina. "Empieza a salir el sol", dice Ziganda.

Buen ánimo en el confinamiento. Los dos entrenadores se toman las cosas con filosofía. Ninguno está cómodo con la situación, lejos de casa y sin poder desarrollar su trabajo, pero no les queda otra que esperar. "A nadie le gusta estar encerrado en casa, pero es importante cumplir con las reglas. Intentas hacer cosas para que sea más ameno el día", indica Djukic. Continúa Ziganda: "Dentro de la incomodidad de la situación estamos bien. Cada vez está más cerca el día de que podamos salir todos". En tal circunstancia, influye el factor anímico. "A mí me parece muy importante el aspecto psicológico", dice Djukic; "hay que ir perdiendo el miedo. Es norma que tengamos temores e incertidumbre, pero lo más importante es que el protagonismo lo coja el fútbol". Ziganda apuntala: "La negatividad aumenta con el confinamiento, en un ambiente duro para poder hacer tu profesión con las mejores condiciones. Pero le encontraremos un sentido a lo que está pasando".

La importancia de las lesiones en el regreso. Con la competición más cerca tras los plazos dictados por el gobierno, la Liga se comprimirá en escaso margen de tiempo. 11 jornadas en apenas mes y medio, en el mejor de los casos. Una duda sobrevuela el mundo del fútbol: ¿Se multiplicarán las lesiones con la acumulación de partidos? "Hay que tener precauciones, ir poco a poco. Han entrenado en una superficie diferente y ahora hay que adaptarse a la hierba. Al preparador físico le he dicho que mejor quedarnos cortos y que con los partidos cojamos la forma que precipitarnos y pasarnos", expone Djukic. "Las lesiones pueden ser determinantes. La mínima contractura o tirón influye. Los equipos se resentirán porque hay poco tiempo para recuperarnos. Los entrenadores estamos obligados a confiar en las plantillas", interviene Ziganda.

Para paliar la carga, una propuesta: ampliar las sustituciones a cinco. "Todo lo que ayude a gestionar esta situación, a repartir el esfuerzo, me parece idóneo. Por mí, perfecto", dice el entrenador del Sporting. Para Ziganda, los cinco cambios "serían apropiados. Iremos justos de preparación y es buena idea". Solo pone un matiz: "Que las normas se marquen antes de jugar. Y que no se use para perder tiempo, que no sea un caos, que sea por necesidad. Los entrenadores seremos responsables de su buen uso".

Jugar sin público, mal necesario. Pocas cosas se sabe sobre el regreso. Solo algunas intuiciones. Y una verdad indiscutible: será sin presencia de seguidores en la grada. "Es un contratiempo jugar sin tu gente. Pero ahora hay que acabar la temporada, es lo más importante, y asumes mucho riesgo si juegas con afición. Para una Liga justa lo más importante es acabar las 11 jornadas, aunque no haya público", indica Djukic. Ziganda abraza la idea: "Nos tendremos que preparar para jugar sin público porque será extraño. Se parecerá a un partidillo de jueves. Para mí, lo más justo es jugar lo que queda de competición, aunque sea sin público".

Atentos al derbi. Aún quedan fases por cubrir. Primero, entrenamientos individuales. Luego, en grupo. La preparación termina con toda la plantilla en las ciudades deportivas. Eso dará paso a la Liga. Y en la competición, una fecha marcada en rojo: el derbi entre Sporting y Oviedo que se disputará en un Molinón cerrado al público dentro de tres jornadas. "De reojo todos miramos y hablamos del derbi", concede el preparador rojiblanco. "La gente vive el derbi, se nota que es importante. No hay favoritos y será duro", añade. Ziganda sorprende con su reflexión: "Preferiría jugar el derbi con público. Nos favorece que no lo haya pero digo de corazón que si pudiera elegir sería con gente en la grada".

Confianza en los canteranos. Sporting y Oviedo son dos clubes que, aunque han pasado por diferentes fases, siempre han tenido un ojo en los chavales de la casa. Djukic y Ziganda parecen comulgar con esa idea de apostar por el talento propio. Y aunque las condiciones de la competición no son las ideales (los dos navegan lejos de los puestos para los que fueron configurados), ambos técnicos lanzan el guante a los jugadores de la cantera. "Yo me he formado en Osasuna y Athletic, dos clubes que tradicionalmente apuestan por sus canteranos. Cuando diriges a esos equipos, estás obligado a creer en la cantera. Allí la idea es que la cantera sea una obligación. Que se lleve el ADN del club. Pero eso requiere tiempo y confianza", teoriza en el técnico carbayón. "Trabajar con gente joven es gratificante. Porque vienen con ganas, prestan atención. Hay que confiar en ellos", condensa Djukic.

Objetivos alcanzables y futuro incierto. "Estamos a 5 puntos del play-off, a 6 de bajar. Todo está abierto". Djukic tira de matemática cuando se le pregunta por el objetivo. Después, matiza: "La competición nos dirá qué somos capaces de hacer, pero no renunciamos a nada. Saldremos a ganar cada partido. Es un club grande, que no está donde queríamos, pero mi obligación mirar hacia arriba". Ziganda lo tiene claro: "Por la situación liguera debemos ir a fuego en cada partido".

Los dos técnicos acaban contrato el 30 de junio. En el caso del oviedista, el futuro es sencillo de adivinar: si salva al equipo, seguirá. Djukic se ofrece para que su etapa no se acabe con el fin de la temporada: "Yo hago mi trabajo y seguir en el Sporting no depende de mí, es cuestión del club, que valorará mi trabajo".