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Un seguro de éxito

El técnico asturiano Alberto Suárez logra con el Villa de Aranda su quinto ascenso a Asobal l "El más especial fue Gijón", dice

Alberto Suárez, con una bufanda del club Villa de Aranda. LNE

El ascenso a la Liga Asobal del Villa de Aranda que entrena el gijonés Alberto Suárez eleva a tres el número de entrenadores asturianos que disputarán la próxima temporada la máxima categoría del balonmano masculino nacional. Los otros dos son Jacobo Cuétara, que seguirá al frente del Bidasoa, y Diego Dorado, que acaba de fichar por el Nava.

"En Aranda se ha vivido el ascenso de manera especial por las circunstancias en las que se ha producido. Pero la gente lo ha celebrado desde los balcones y los paseos. Es muy guapo ver fotos de la gente por la calle con la camiseta del club", reconoce Alberto desde Gijón, donde volvió el día anterior a que se decretase el estado de alarma. Aranda de Duero es una localidad pequeña, 30.000 habitantes, donde el balonmano es el deporte rey. "Van alrededor de 2.500 personas a los partidos y tiene mucha trascendencia en lo social".

El técnico gijonés vuelve a Asobal cinco temporadas después del descenso del Juanfersa Gijón, al que dirigió en la máxima categoría dos temporadas y media. "Cuando empezamos el proyecto en Aranda, el objetivo no era el ascenso, sino que tras unas temporadas un poco flojas era volver a reenganchar a la gente. Pero la liga fue muy bien y nos pusimos segundos, que era la posición que ocupábamos cuando se suspendió la liga", recuerda Suárez, que en lo personal está contento "porque he tenido la suerte de que en los cinco clubes en los que he estado he logrado el ascenso. Lo hice con el Naranco, cuando estaba de segundo entrenador de Falo Méndez; luego Alcobendas, Logroño, Gijón y, ahora, Aranda". Para él, "el ascenso más especial fue lógicamente el de Gijón, pero el más particular es este por la situación en la que estamos. Nunca imaginé vivir algo así".

Alberto Suárez está como todo el mundo, cargado de incertidumbre sobre el futuro de la liga. "La próxima será la temporada más dura de la historia, no para el Aranda, sino para todo el deporte. Esta situación va a provocar una crisis económica, va a haber problemas para conseguir patrocinadores". El entrenador asturiano se teme que "haya equipos que al final no puedan salir a competir". No menos preocupado está por el hecho de que probablemente la temporada vaya a empezar jugando los partidos a puerta cerrada, "y eso va a influir mucho, tanto a la hora de los patrocinadores como del número de socios".

La próxima temporada en Asobal habrá tantos entrenadores asturianos como jugadores. "Es uno de los momentos de menor representación de asturianos en la máxima categoría, ya que solo están Adrián en Valladolid, se supone que Raúl Entrerríos seguirá en Barcelona y Víctor Alonso en Puente Genil porque Serdio se va cedido a Polonia". También hay alguno fuera, como Costoya, en Francia, o Ruesga, en Portugal, pero para Alberto Suárez "es el menor número de jugadores de nivel en muchos años y además no se vislumbra un relevo a corto plazo".

Suárez lamenta el momento que atraviesa el balonmano masculino regional: "Habrá 18 equipos en Asobal y 20 en Plata, y de esos 38 ninguno es asturiano. Es lamentable. Estamos parados, no se hace nada, y eso sí me parece preocupante", lamenta.

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