El Tapia y el Barcia completaron el particular triplete del occidente en su escalada hacia Preferente. Mientras que el Luarca ya lo veía venir, los otros dos equipos de la zona se ahorraron el trámite de la fase de ascenso, gracias al criterio de la Federación Asturiana de Fútbol, que será ratificado oficialmente esta semana. El suyo es el triunfo de la modestia, aunque el Tapia tenía unas aspiraciones que ahora se han visto respaldadas con la vuelta a Preferente.
"Nuestro objetivo era meternos en play-off", admite el presidente del Tapia, José Luis Terrón, que cumple su segunda temporada en el cargo. En marzo, cuando se pararon las competiciones, el equipo tapiego era segundo del grupo II de Primera Regional, a once puntos del líder, el Luarca. Así que cuando la Federación Asturiana decidió ascender a Preferente a todos los equipos situados en puestos de promoción, Terrón se dio por satisfecho.
Em Tapia de Casariego no creen que les hayan hecho ningún favor. "Éramos uno de los mejores equipos de los dos grupos y, dadas las circunstancias, había que primar los ascensos", argumenta Terrón, que da algunas de las claves del éxito: "Fue muy importante el cuerpo técnico, con el entrenador, Rodri, y sus ayudantes, Gonzalo Valdés y Dani San Blas. Es gente que te asegura resultados. Rodri llevaba tiempo sin entrenar y vino casi por hacerme un favor".
De acuerdo con Rodri, Terrón confeccionó una plantilla con jugadores mayoritariamente de la zona occidental, entre ellos algunos de la vecina Ribadeo. "Nos fue bien desde el principio y estuvimos una vuelta entera sin perder", recalca el presidente del Tapia, que pese a la incertidumbre ya hace planes para la próxima temporada: "El 90 por ciento de la plantilla va a ser la misma y traeremos tres o cuatro refuerzos".
José Luis Terrón está satisfecho del respaldo de los aficionados: "Tenemos 380 socios y en los partidos de casa teníamos entradas de unas doscientas personas. Los pusimos por la mañana para dar facilidades. Y en los desplazamientos nos acompañaban unos cien". El presidente no está tan satisfecho con el Ayuntamiento: "No nos ayuda pese a que tenemos nueve equipos y movemos a 130 guajes". Pero ahora Terrón prefiere disfrutar del ascenso, aunque sea íntimamente, hasta que haya posibilidad de celebrarlo en grupo.
Miguel Cañamero, su colega del Barcia, tiene aún más motivos porque disfruta del segundo ascenso consecutivo con un equipo que representa a una localidad con 700 personas con derecho a voto. "La previsión era intentar llegar a Preferente en tres o cuatro años, pero no podíamos desaprovechar la oportunidad, dice Cañamero, que junto a dirigentes de otros equipos en la misma situación consiguió que la federación atendiese sus argumentos.
El presidente del Barcia es consciente de que la nueva categoría le obligará a hacer un esfuerzo económico para poder competir, sobre todo ahora que trabaja con la motivación del 90 aniversario de un club fundado el 14 de marzo de 1931. Para ello confía en su entrenador, Pablo Barbón, que ha rentabilizado una plantilla formada por jugadores del centro de la región y que se entrena en Gijón tres días a la semana: "Lo que aquí cuesta uno, allí cuesta cinco".
Además del cuadro técnico, completado por Hugo (preparador físico) y Baty (entrenador de porteros) y los jugadores, Cañamero destaca el apoyo de la afición, aunque su número sea necesariamente reducido: "Tenemos 132 socios, pero en los partidos de rivalidad metíamos a unas 200 personas en el campo". Deja un cinco por ciento del mérito para la directiva que preside desde hace quince años, pese a que él creyó que llegaba para un período mucho más corto: "Somos pocos, pero sabemos lo que tenemos que hacer".
