"Es un pez hermoso de 5.700 kilos", señaló ayer Mauricio Manuel Martínez, orgulloso por sacar a tierra el campano del Eo, el primero para este ribereño de 60 años. El pescador, natural de Cornellana (Salas), pero vecino de Gijón, se confiesa un enamorado del Eo, donde ayer estrenó temporada, quince días después de que Íñigo Fernández pescara en el Narcea el primer salmón de Asturias.

El salense se estrenó en el coto santirseño Carbayón, que pensaba compartir con unos amigos de León, pero por culpa del estado de alarma se quedaron con las ganas. "Es una satisfacción sacar el primer salmón del Eo", declaró Martínez, cuya primera intención era compartirlo con sus amigos leoneses, pero finalmente lo vendió a La Sidrería-Marisquería El Campanu, que abrirá sus puertas al público dentro de escasas fechas en Gijón, informa J. M. CARBAJAL.

Mauricio Manuel Martínez hizo entrega de la pieza al hostelero José Manuel Mori Cuesta, "El Marqués", ayer tarde en Ribadesella (La Ría del Campanu). La venta del campano del Eo se cerró por 600 euros, "un precio simbólico por mi amistad con El Marqués, para ayudarlo con su nuevo restaurante", explicó el pescador.

Sobre las circunstancias de su captura, Martínez explicó que "llegué al río sobre las siete y media de la mañana y primero me picó uno que tuve un rato y se soltó. Volví a echar y saqué éste, estaba fresco y luchó. Allí hay más salmones, al menos media docena", añade para animar una temporada que está siendo muy floja en el Eo en lo que a afluencia de pescadores se refiere. No en vano, ayer se contaron seis pescadores en el tramo asturiano de este río fronterizo. La pandemia y la imposibilidad de cruzar la frontera afecta especialmente a un río como el Eo, compartido por gallegos y asturianos.

El pescador salense alabó el buen estado del río, que frecuenta desde hace años: "Yo lo veo perfecto, pescable total". Tiene otro coto más reservado en este cauce para el mes de julio, en concreto el coto El Cairo, y también otra reserva para pescar en el Cares. A pesar de lo extraño de esta temporada retrasada por culpa de la pandemia, Martínez defiende la seguridad de este deporte. "En el río no se contagia nadie siempre que tengas cabeza. Aquí no hay riesgo", añade este ribereño.

El primer salmón del Eo se hizo esperar, sobre todo si se tiene en cuenta que el año pasado fue pescado un 18 de abril por la lucense Marta Geada, que se convirtió además en la primera mujer en pescar un campano en el Eo. Aquel ejemplar pesó 6.960 kilos. Aunque el de ayer no alcanzó este peso, sí que contó con buena talla, sobre todo para las fechas en las que fue pescado. "En esta época lo normal es que sean de cinco kilos para abajo", señaló el agente de la guardería del Medio Natural Carlos González, encargado de medir en el refugio de Xesteira al animal, con 82 centímetros de largo. "El coto Carbayón, compartido con Galicia, es un sitio de paso, pero hay un pozo muy grande y había más salmones. Tuvo suerte", añadió.