Luis Rubiales ya tiene el camino despejado para su reelección como presidente de la Federación Española de Fútbol. Iker Casillas, exguardameta y excapitán del Real Madrid y de la selección nacional y que estos últimos años ha militado en el Oporto luso, comunicó ayer que no se presentará definitivamente a las elecciones a la presidencia, como era en principio su intención. "El principal motivo que me ha llevado a tomar esta decisión es la excepcional situación social, económica y sanitaria que está sufriendo nuestro país, esto hace que las elecciones pasen a un segundo plano", señala en un comunicado.

La RFEF, organismo presidido desde el 17 de mayo de 2018 por Luis Rubiales, formalizó el pasado miércoles la convocatoria de elecciones a la presidencia, que se celebrarán el 17 de agosto, si este mes se considera hábil por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para los comicios federativos; o el 17 de septiembre, si no es así.

Casillas entiende en su escrito que "es momento de sumar y no dividir porque el fútbol y la sociedad lo necesitan", y que "en el ámbito deportivo y federativo hay que centrarse en cómo ayudar a jugadores, clubes, competiciones y unas elecciones solo desgastarían y harían que enfocásemos nuestros esfuerzos en algo que hoy no es fundamental".

No obstante, Casillas advierte que "no es una puerta cerrada de cara al futuro". Pese a estas palabras, también vierte críticas. "Quería un proceso electoral justo, transparente y realmente participativo, buscando lo mejor para el fútbol español y en esta ocasión creo que no se ha apostado por ello. Espero que en próximas elecciones se pueda dar, conmigo o con otros candidatos", precisa. No obstante, asegura que se pone "a disposición del CSD, RFEF, LaLiga, AFE y sus respectivos presidentes para aquello que puedan necesitar" y señala que estará "encantado en poder colaborar por el bien del fútbol". "Hoy debemos estar todos juntos para salir adelante". Casillas también agradece a su equipo de trabajo "por estos apasionantes meses de precampaña".