El fútbol de la "nueva normalidad" tiene sus peculiaridades. El Sporting tendrán que adaptar El Molinón a las medidas de seguridad en el primer encuentro que jugará como local tras el regreso del fútbol. Una de las peculiaridades, según confirmaron fuentes del club, es que el número de recogepelotas será inferior en número al que había antes de la irrupción del coronavirus y todos deberán ser mayores de edad.

Además de que el derbi se jugará sin público en las gradas, los protocolos de seguridad también afectarán a los futbolistas. Los jugadores suplentes se sentarán en la grada, no en el banquillo, tal y como se ha venido haciendo en el resto de partidos disputados desde que se recuperó el fútbol. Tendrán que llevar mascarilla, salvo si son llamados para hacer ejercicios de calentamiento por sus respectivos entrenadores, que sí tendrán permiso para ocupar su lugar habitual en el banquillo donde también se sentarán miembros del equipo técnico.

La llegada de los equipos se producirá de manera escalonada. Primero lo hará el Oviedo, que tendrá que estar 90 minutos antes de que arranque el partido, mientras que el Sporting deberá hacerlo 85 minutos antes de que ruede el esférico. El personal de seguridad y los acomodadores también se reducen y junto a los periodistas deberán someterse a controles de fiebre. Las directivas sí estarán en el palco. Tampoco aparcarán en los garajes de El Molinón sus vehículos los jugadores del Sporting. El club cederá esas dependencias al Oviedo para el derbi.