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Rivalidad hasta el último detalle: el césped también juega

Djukic no altera la rutina y la hierba de El Molinón, cuidada con mimo para hoy, será cortada a los habituales 23 milímetros

La plantilla del Sporting, en una sesión en El Molinón. REAL SPORTING

Sin público en las gradas, pero con toda la atención en la televisión.Sin público en las gradas, pero con toda la atención en la televisión Justo el escenario que más le seduce a la Liga. El primer derbi de la historia a puerta cerrada reunirá a los seguidores delante del televisor, en prime time y en abierto. Y las jornadas que restan para el duelo se consumen intentando cuidar los detalles. Como el césped. El terreno de juego de El Molinón está preparado para una cita que también sigue un estricto protocolo aplicado a los jardineros, limitados a 4 durante la disputa del partido.

La empresa JARPA es la encargada del mantenimiento de El Molinón y el Tartiere, dos estadios con necesidades muy diferentes pero que en el presente año han mostrado una cara más que aceptable. El piso gijonés mostrará un aspecto cuidado, con un pequeño matiz: el verde habitual muestra un tono algo más claro, apenas perceptible a simple vista, por la resiembra que ha tenido lugar recientemente. El parón en el calendario no ha hecho que los cuidados previstos para el verano se retrasen, de ahí la resiembra en plena competición. Un factor a tener en cuenta es la longitud de las hierba, aspecto perfectamente regulado por la Liga. La patronal permite a los equipos presentar un terreno de juego con césped entre 20 y 30 milímetros de longitud. El equipo local puede decidir la medida entre esos márgenes y avisar a la Liga con unos días de antelación.

La longitud puede variar dependiendo de las preferencias de los entrenadores, las características del rival o las necesidades del propio césped. Para el derbi, El Molinón se mantendrá en sus habituales 23 milímetros.

Los 23 o 24 milímetros es la medida estándar que se aplica durante el curso (en alguna ocasión ese ha apurado hasta los 22, aunque de forma excepcional en El Molinón y el Tartiere) y, también, la que ha lucido el Tartiere en los dos primeros partidos desde la reanudación de la competición. En el municipal ovetense, que suele dar más problemas en la etapa de lluvias y heladas, se suele optar por una mayor longitud de césped para tratar de cubrir las zonas más dañadas y con arena. En el derbi de la primera vuelta (el pasado noviembre), el césped estaba más largo que ahora. En otras ocasiones, influye la decisión de los entrenadores.

Esta temporada, por ejemplo, en el duelo que enfrentó al Oviedo con el Girona en el Tartiere (a finales de octubre), Rozada pidió que la hierba estuviera a 27 milímetros, para tratar de ralentizar el juego de los catalanes. El Oviedo ganó aquel duelo por 4-2. Djukic ha preferido no alterar los planes de la temporada y el césped ofrecerá la misma cara de siempre. Los responsables de jardinería trabajan en las horas previas para mimar un campo que atraerá la atención a nivel nacional. El último empujón debe hacerse bajo los estrictos controles de la Liga. A 24 horas del choque, solo las personas acreditadas para el partido pueden tener acceso al estadio; entre ellos, los cuatro empleados de JARPA que cuidan el verde.

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