Tuvo poco más de media hora pero decantó la batalla de las canteras en favor del Oviedo. Se trata de Borja Sánchez, que entró en el minuto 58 del partido y lo cambió por completo. Ni Manu García ni Nacho Méndez, que partieron de inicio, tuvieron tanta incidencia en el juego. Borja se había adueñado del partido a los pocos minutos de entrar. La decisión de Ziganda, guardándose la carta del canterano para la segunda parte, le salió a la perfección.
Y eso que la suplencia de Borja Sánchez, uno de los protagonistas del Oviedo en el anterior encuentro, el que empató a 2 con el Deportivo, dejó perplejos a muchos aficionados azules. Su presencia, midiéndose en un derbi con Manu García, otra de los grandes talentos de futuro del fútbol astriano, era uno de los alicientes del partidazo de Asturias. En cambio, el Oviedo presentó a otro canterano, Jimmy, a esa lucha con Manu García.
Jimmy, que habitualmente juega de mediocentro, partió desde la banda izquierda de un centro del campo que completaban Sangalli, por la derecha, y Luismi y Tejera, en la medular. Por delante de ellos, Rodri e Ibra, otra de las novedades del once que puso de inicio Ziganda. La tendencia del Jimmy durante la primera mitad fue la de irse hacia dentro cuando tenía el balón, siendo uno de los más participativos durante la primera parte, ayudando en defensa y tratando de asociarse con sus compañeros en ataque.
Al que apenas se vio en toda la primera mitad fue a Manu García. El canterano del Sporting, uno de los llamados a ser protagonistas en el duelo, trató de echarse un poco atrás para intentar entrar más en contacto con el balón pero apenas lo hizo y, cuando lo tuvo, apenas generó problemas a la defensa azul. El habilidoso mediapunta rojiblanco, suplente en la anterior jornada, en la que el Sporting ganó 0-2 al Alcorcón, vio frustrados los pocos intentos que hizo de entrar en el partido, de ser una amenaza para la zaga azul. Más activo estuvo Nacho Méndez, que fue el más activo en el centro del campo de los rojiblancos.
Otro de los canteranos que tuvo un buen día ayer fue Lucas, que realizó un más que notable encuentro en el lateral derecho azul, por donde intentó generar algún desequilibrio y facilitar que Sangalli se acercara con peligro.
Pero todo quedó en segundo plano cuando Borja Sánchez entró en el campo. En cuanto tocó el balón empezaron a cambiar cosas. Fue el único capaz de desbordar, de asociarse, de crear problemas y en un robo de balón en su propio campo, inició una cabalgada con la que se recorrió todo el campo, se asoció con Ortuño, que se la devolvió dentro del área y, con la puntera, tocó lo suficiente para hacer subir el único gol del partido al marcador. Y, unos minutos antes del final, con le trabajo hecho, se retiró con molestias físicas.
