De empate en empate, el Barcelona va malgastando sus balas para seguir compitiendo la liga con el Real Madrid. Ayer fue en su fortaleza del Camp Nou, donde el Atlético de Madrid confirmó su buen momento. Planteó un partido abierto, con muchas alternativas y marcado por tres penaltis.

Quique Setién optó por plantar cara a la batería de centrocampistas de Simeone con cuatro jugadores, lo que dejó a Luis Suárez y Messi como únicos delanteros, mientras que Griezmann y Ansu Fati comían pipas een la grada. El gol llegó muy pronto, en un córner lanzado por Messi que acabó en gol tras un toque de Diego Costa. El brasileño pudo empatar poco después, pero su penalti lo detuvo Ter Stegen, que se movió de la línea y el VAR ordenó repetir. Saúl no falló. La segunda parte también tuvo un inicio frenético, con penalti de Felipe a Semedo transformado por Messi a lo Panenka. Y para rematar el carrusel de penaltis, esta vez de Semedo a Carrasco, Saúl puso el empate con suspense porque Ter Stegen estuvo a punto de pararlo.