El sprint por el título en una encarnizada lucha entre Madrid y Barça, los focos parecen divididos. Está el fútbol, por una parte. Lo que pasa en el césped muestra a un conjunto blanco más sólido que el culé, aunque no sobrado en sus citas. Los 4 puntos de ventaja son el mejor aval. Y está el ruido, la polémica que, lejos de extinguirse, ha aumentado en la época VAR. Josep María Bartomeu, presidente del Barça, ha sido el último en deslizar una presunta trama para facilitar el título al Madrid. "El VAR no está dando la talla. Desde el confinamiento ha habido muchos partidos que no han sido equitativos y que han favorecido al mismo", dijo el dirigente azulgrana sin citar al Madrid. El debate sigue abierto.
Ayer fue Javier Tebas, presidente de La Liga, el que mostró su opinión sobre el funcionamiento del videoarbitraje. Lo hizo a su manera, con una de cal y una de arena. "Al VAR le pongo un 7, tiene cosas que mejorar", explicó Tebas en el congreso World Football Summit, antes de arrojar más sombras su correcto uso en una entrevista posterior en TV3: "Que un club como el Madrid haga una llamada como aquella (en referencia a la que se habría hecho tras el duelo del Madrid ante la Real Sociedad en enero del año pasado) 20 minutos después de terminar el partido no es lo más conveniente". No es la primera vez que Tebas censura aquella conversación entre el dirigente blanco y Rubiales.
En el lado blanco, pocas referencias a la polémica. Los esfuerzos se centran en las 4 finales ligueras para alcanzar un título deseado por su escasa fortuna en los últimos años. Solo Zidane salió a la palestra para alzar la voz. "Estoy cansado. Parece que ganamos por los árbitros y no es así", indicó tras el choque de San Mamés. En su cruzada, el conjunto blanco encontró un inesperado aliado. El Cholo Simeone trató de aplicar la lógica a las últimas decisiones arbitrales: "El VAR es más justo para todos. Si al Madrid le pitan más penaltis es porque ataca más".
Mientras los ecos por la polémica aún se escuchan, el pulso por la Liga se prepara para un nuevo episodio. Mañana (22.00 horas) el Barça defiende sus opciones recibiendo a un Espanyol que podría cerrar su descenso matemático a Segunda. El líder recibe el viernes (22.00 horas) al Alavés, ya con Muñiz en el banquillo.
El Madrid tiene sus cuentas muy claras. Le basta con ganar dos partidos y empatar otros dos para ser campeón. O perder uno y ganar los otros tres. El Barça confía en hacer pleno y que suene la flauta.
