Para un profesional de las artes marciales mixtas (MMA) participar en el "Fight Island" en Abu Dhabi es hacerlo en la Meca de este deporte. Este sábado (0.00 horas, Danz) el asturiano Joel Álvarez, conocido como "El Fenómeno", vivirá esa experiencia a pesar de que tan solo será su tercer combate dentro de la UFC, la principal competición de artes marciales mixtas del mundo. La UFC se fijó en él porque atesoraba un gran palmarés en otras competiciones de este deporte.
Joel se define como un "chico de barrio, barrio" y hasta fichar por la UFC compaginó la práctica deportiva con diversos trabajos: desde portero de discoteca hasta encofrador. Pero ahora tiene como objetivo poder vivir unos años de su deporte favorito.
Su rival, el irlandés Joe Duffy, es mucho más experto y entre sus victorias tiene una sobre Conor McGregor, tal vez el púgil más mediático y conocido de este deporte. Sin embargo, acude a esta pelea tras haber perdido sus dos últimos combates y no querrá prolongar su mala racha.
La pelea se apalabró hace apenas cinco semanas, según señala Fran Montiel, su representante. "Hablamos prácticamente todas las semanas y un día me llamó y me dijo que quería pelear en la isla, que se encontraba bien. Así que contacté con la organización y al día siguiente nos hicieron una oferta para pelear contra Duffy, se lo comenté a Joel y aceptó", recuerda Montiel, que considera ésta "como la pelea más importante que ha tenido hasta el momento". El gijonés lleva tan solo dos combates con la UFC. El primero apenas lo pudo preparar por la premura de tiempo con la que lo afrontó y cayó ante ruso Damir Ismagulov. La segunda cita ya la pudo preparar como es debido y se impuso por KO al italiano Danilo Belluardo, pero de eso hace ya un año. El tercer combate se retrasó debido a la crisis del coronavirus, pero le llega ahora en el lugar deseado por todos los practicantes de este deporte y Joel no quiere desperdiciar la ocasión.
La pelea tendrá lugar tras cinco semanas de preparación. "No es el tiempo más indicado porque lo normal son ocho semanas", indica el representante del púgil, "pero todos los luchadores van a llegar más o menos en las mismas condiciones porque todo el mundo ha pasado un confinamiento", añade Montiel. No obstante, Joel no ha estado parado ni mucho menos porque ha entrenado todo el tiempo solo que sin la intensidad ni la planificación de cuando se tiene fijada la fecha de una pelea.
Tal vez la tarea más dura a la que se enfrentó es la de bajar de peso, ya que en el momento de apalabrarse el combate rondaba los 85 kilos y la pelea corresponde al peso ligero, por lo que ha tenido que bajar nada menos que 15 kilos.
El lugar donde se van a realizar esta serie de veladas -en la que participa Joel será el sábado- está blindado para la ocasión. Según comenta Montiel, "se ha reservado un hotel específicamente para los luchadores, todos ellos han pasado cinco o seis controles del covid-19. Joel ha pasado una primera cuarentena en Londres y otra en Abu Dhabi. Las medidas de seguridad son grandes". Las miradas de todo el mundo de la MMA están fijadas en Abu Dhabi y las medidas de seguridad son extremas porque no pueden permitirse ningún fallo.
Sobre el rival del asturiano, Montiel señala que "Duffy tiene mucho nombre y un gran nivel tanto en los puños como en la pelea en el suelo, pero Joel tiene posibilidades de ganar". La diferencia de palmarés y sobre todo de experiencia supone que Joel tenga mucho que ganar y poco que perder en esta pelea, aunque la palabra derrota no pasa por su cabeza.
La MMA ha sufrido como el resto de deportes las consecuencias de la pandemia y apenas se han producido combates. "En Estados Unidos están haciendo algunos, pero con púgiles locales. Ahora se va a hacer esto en Abu Dhabi en una zona muy buena con hoteles muy grandes y buenas instalaciones con sitio para los controles. Se va a hacer una velada cada cuatro días y la mayoría son púgiles europeos", añade Montiel.
Joel considera que pelear en el "Fight Island" es algo histórico y que podrá contar en el futuro, algo que no mucha gente puede hacer. Un buen combate en este escenario puede abrirle las puertas de la UFC definitivamente y él está convencido de poder hacerlo.
