Al Liberbank Gijón casi nada le está saliendo como esperaba esta pretemporada. Ayer tenía pensado jugar en León ante el Cleba pero tampoco pudo hacerlo. Este es el segundo amistoso, ambos ante el equipo leonés, que tiene que suspender contra su voluntad. El primero fue el pasado viernes cuando el Ayuntamiento prohibió el acceso a sus instalaciones a los clubes cuyas federaciones no tuvieran aprobado el protocolo sanitario y la de balonmano no lo tenía. Ayer el problema también fue motivado por el covid-19, en este caso quien tuvo que comunicar que no habría partido fue el propio Cleba, ya que una de sus jugadoras estuvo en contacto directo con un presunto positivo que ya está aislado y a la espera del resultado de las pertinentes pruebas. La duda fue suficiente para que el Cleba anulara no solo este partido sino inclusos sus propios entrenamientos a la espera de los resultados.

Al igual que hiciera el pasado viernes, Cristina Cabeza se vio obligada a cambiar el partido por un entrenamiento, eso sí, la diferencia estuvo que en la primera ocasión tuvieron que hacerlo en un gimnasio y al aire libre y ahora pudieron ejercitarse en la cancha.