El japonés Takuma Sato, con el Honda No. 30 del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, se proclamó campeón de la 104 edición de las 500 Millas de Indianápolis al imponerse al neozelandés Scott Dixon en una accidentada carrera que dejó el abandono de ocho corredores.

El tercer puesto fue para el estadounidense Santino Ferrucci y el novato mexicano Pato O'Ward acabó en el sexto puesto.

Sato, de 43 años, logró el título por segunda vez en su carrera después de hacerlo también en el 2017 con el equipo de Andretti Autosport.

La carrera se suspendió en la vuelta 194 tras producirse el accidente del estadounidense Spencer Pigot, con el No.45 Citrone/Buhl and Rahal Letterman Lanigan Racing, el séptimo abandono de la carrera por accidente.

El dos veces campeón del mundo de la Fórmula 1, el piloto español Fernando Alonso, completó este domingo su tercera participación en las 500 Millas de Indianápolis y no pudo pasar del 21º puesto en una lista de 33 coches.

Aunque recuperó cinco puestos desde el 26 que tuvo en la línea de salida, Alonso nunca pudo ser competitivo con su Chevrolet No. 66 Ruoff Arrow McLaren SP, aunque si hizo una buena carrera al volante y evitó formar parte de los siete coches que se dieron en el transcurso de la carrera considera como el mayor espectáculo del automovilismo en Estados Unidos.

Uno de los que sufrieron las consecuencias de chocar su vehículo fue el joven piloto español de 23 años, el novato Alex Palou, quien estaba en el noveno puesto cuando en la vuelta 121 chocó a la entrada de una curva con su Honda No.55 Dale Coyne Racing con el equipo Goh, y tuvo que abandonar.

Palou había salido desde la tercera línea de la pole en el séptimo puesto y aunque perdió cuatro al inicio de la prueba, luego se mantuvo entre los 10 primeros hasta que se dio el accidente que lo le dejó ningún de lesión física.