Pablo Carreño se llevará un buen botín de su participación en el Máster 1.000 de Cincinnati. El asturiano, que formaba pareja con el australiano Álex de Miñaur, se impuso ayer por 2-6 y 5-7 en la final del dobles a la pareja formada por los británicos Neal Skupski y Jamie Murray. El gijonés, que solo pudo alcanzar la ronda de dieciseisavos de final en la competición individual (cayó por 7-6 y 6-1 ante el ruso Jachánov), se va así con buen sabor de boca del torneo con el que regresa a una competición oficial tras el parón por la pandemia.
El de ayer es, además, el primer título que consigue Pablo Carreño en un Máster 1.000. En dobles había ganado ya otros tres títulos, dos en un Máster 500 (en Pekín y en Río de Janeiro) y uno más en un Máster 250 (en Quito).
La final de dobles de Cincinnati fue, eso sí, accidentada, puesto que tuvo que aplazarse por la lluvia cuando la pareja que formaban el asturiano y el australiano ganaba el segundo set por 5-6. El tiempo que tardaron en poner el techo retráctil hizo que la organización determinase que se disputase primero la final individual, que enfrentaba al serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo, y al canadiense Milos Raonic. Eso hizo que durante las dos horas que tardó el partido que terminó ganando Djokovic, Carreño y De Miñaur tuvieran que esperar para concluir su final.
El español y el australiano fueron capaces de mantener la concentración y de aprovechar su saque para acabar llevándose el título. Un partido en el que fue decisiva la superioridad de Carreño y de Miñaur en el servicio. Los británicos cometieron diez dobles faltas por tan solo una de sus rivales. Además, acabaron con un impresionante 86% de primeros saques por tan solo un 60% de sus rivales.
La victoria de Djokovic ante Raonic, por su parte, es la número 35 del serbio en un Máster 1.000, una cifra que le iguala a Rafa Nadal como el que más títulos de este tipo ha ganado de la historia. El serbio se inpuso al canadiense en tres sets (1-6, 6-3 y 6-4). Djokovic, que el viernes sufrió muchó en las semifinales ante Bautista, ofreció un excelente nivel sobre la pista dura de Nueva York y acabó ganando un partido que empezó mal. Un título que es el número 23 del jugador balcánico esta temporada, en la que aún no ha perdido ningún partido.
