Natxo Lezkano (Portugalete, 1972) ha entrenado muchos años en la LEB Oro a clubes importantes, con aspiraciones de ascender a la máxima categoría, como el Palencia o el Breogán, al que dirigió también en la ACB; además, ha llevado a la selección nacional de Costa de Marfil, entre otros muchos proyectos de una dilatada y meritoria trayectoria que empezó en el Baskonia; si bien, pocas veces se han encontrado el vasco con desafíos tan complicados como el que tiene ahora entre manos con un Liberbank Oviedo Baloncesto muy mermado en su presupuesto y que esta temporada perderá buena parte del apoyo de su afición por las más que probables restricciones de aforo que tendrá en el polideportivo de Pumarín.
- ¿Qué le parece el grupo que le ha tocado en la LEB Oro?
-Es un grupo muy complicado, donde están la mayoría de los candidatos a ascender, es decir, los equipos más potentes. Es lo que tiene este sistema de competición (esta temporada la LEB Oro se ha dividido en dos grupos), que la justicia no está asegurada. Pero ahora no vamos a pensar en el inicio de la Liga, todavía no hemos terminado de configurar la plantilla y, de momento, lo que tenemos son problemas con la pista.
- ¿Qué problemas?
-No podemos disponer de Pumarín los fines de semana ni tampoco los festivos. Tenemos poco tiempo y todas estas cosas no hacen más que restar y sumar contratiempos.
- ¿Está contento con la plantilla que han confeccionado?
-Teníamos una reducción de presupuesto muy importante y hemos tenido que apostar por jugadores nuevos, jugadores jóvenes, con poca experiencia; a ver si lo suplimos con ilusión y energía. Son jugadores con calidad pero con poco rodaje. Debido a las circunstancias no hemos podido apostar por jugadores con experiencia, salvo Saúl Blanco y Oliver Arteaga. También Marc Martí, aunque es joven, tiene experiencia; y algo también Ferreiro, a pesar de ser joven. El resto no conocen la Liga.
- Eso es un riesgo, ¿no?
-Sí, es un planteamiento arriesgado, por eso los que tienen más presupuesto fichan jugadores españoles, con calidad y que llevan mucho tiempo en la categoría, gente que sabe cómo son los arbitrajes y cómo se juega. Hemos tenido que tomar otro camino y todo eso que nos falta lo tendremos que suplir con ilusión y ganas.
- ¿Han tenido que reinventarse cuando han visto la realidad presupuestaria del club?
-Teníamos pensado tener más caras conocidas, más jugadores del año pasado, pero a medida que no teníamos noticias de que nos fueran a llegar más apoyos nos íbamos poniendo en una posición peor. Hemos tenido que renunciar a gente con contrato, a jugadores del año pasado, a jugadores de la liga que nos gustaban y buscar en un mercado diferente.
- ¿Qué supone para ustedes la reducción del aforo de Pumarín?
-Está claro que al principio no vamos a poder contar con nuestra gente y eso nos perjudica. Espero que podamos terminar la liga con gente en el polideportivo.
- ¿Qué le supone contar con un jugador como Saúl Blanco?
-Necesitamos jugadores como él, que le muestren el camino a los jóvenes, que tengan liderazgo y mejor si encima se trata de un jugador de Oviedo. Es un plus. Es un jugador con calidad, que viene con ganas, que tiene experiencia y encima es de Oviedo. Es importante para nosotros tener a alguien como él y como Oliver Arteaga.
- ¿Qué objetivo se marca para esta temporada?
-Hay que ver cómo son las plantillas en nuestro grupo, pero lógicamente vamos a estar en el grupo que luche por no descender y va a ser un objetivo duro porque descienden cuatro y todos los equipos son fuertes, la crisis no se ha notado, hay plantillas muy atractivas y tenemos que ver cómo se adaptan nuestros jugadores. A priori, el objetivo es salvar la categoría, este formato nos pone las cosas difíciles. Lo primero que tenemos que hacer es jugar bien al baloncesto, que cada uno sepa cuál es su rol; confío en que hagamos una primera parte buena y una segunda mejor todavía, que el equipo vaya creciendo a medida que los jugadores se vayan adaptando.
