Tras convertirse en protagonista involuntario de la imagen del año en el mundo del tenis, por la descalificación de Novak Djokovic, Pablo Carreño se centra en el partido que disputará hoy, frente el canadiense Denis Shapovalov, por un puesto en las semifinales del Abierto de Estados Unidos. Se da la circunstancia de que Shapovalov vivió una situación parecida, cuando fue castigado tras golpear con una bola al juez de silla en una eliminatoria de Copa Davis. "Sé exactamente cómo se siente Novak", recalcó.

Shapovalov, de 22 años, se metió en cuartos de final tras eliminar al cabeza de serie número 7, el belga David Goffin 6-7, 6-3, 6-4 y 6-3. Poco después reconocía que Carreño será "otra prueba muy difícil. "La clave para poder hacer frente a su juego es llegar en plenitud de forma física, porque es un jugador que no te hace ninguna concesión durante todo el partido".

"Es un jugador súperduro, similar a David (Goffin), que golpea muy bien la pelota desde el fondo de la pista, pero lo más complicado es que cambia el ritmo en cualquier momento y te desconcierta", explicó Shapovalov. "Su saque no te facilita nada las cosas y si no restas muy bien, hacerle un 'break' es complicado", admitió.

Además, los precedentes son favorables a Carreño, que ganó en tres de sus cuatro enfrentamientos: el primero, en 2017 también en el Open USA, con tres sets resueltos en el tie-break; el segundo, en 2019 en Chengdu (China), por 6-3 y 6-4; y el tercero, también el año pasado, en Viena, por 6-3 y 7-5; el único triunfo para Shapovalov llegó sobre la tierra batida del Masters 1000 de Roma, por 6-3 y 7-6.

Para Carreño es la oportunidad de repetir su mejor actuación en un Grand Slam, cuando en 2017 alcanzó las semifinales del Abierto de Estados Unidos, en las que perdió ante al sudafricano Kevin Anderson: 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4.