La selección española de piragüismo viajó ayer a Szeged (Hungría) para disputar el fin de semana la prueba de la Copa del Mundo, la única competición internacional que se ha salvado de las cancelaciones por la pandemia sanitaria. Entre los palistas figuran tres asturianos: Pelayo Roza y Pedro Vázquez Llenín, que participarán en el K-2 500 y también formarán parte del K-4 500; y la gijonesa Miriam Vega, inscrita en el K-1 5.000 y el K-2 500. Otros dos asturianos, Juan Oriyés y Sara Ouzande, que habían conseguido la clasificación en los controles celebrados en Verducido (Pontevedra) renunciaron a competir en Szeged.