El entrenador del Marino, Oli Álvarez, estaba molesto al terminar el choque, no solo por la derrota, sino por "situaciones que se dieron antes del partido. Nosotros le damos mucha importancia a la Copa y el Caudal en este torneo actuaba como anfitrión, pero nada más. No entiendo por qué se cambian los banquillos y vestuarios de local a visitante con respecto a las semifinales. Para algunos será una pijada, pero no me sentí cómodo desde el inicio", apuntó Oli.

Respecto a lo meramente deportivo, el técnico valoró que "en la segunda parte hemos tenido muchas ocasiones para empatar, pero unas veces por las paradas de Javi Porrón y otras porque se escaparon fuera, al final mandó el gol de Damián. Solo me queda felicitar al Caudal y desearle suerte para la fase nacional", señaló Oli, que más allá de la derrota se manifestaba disgustado por la lesión de Guille Pinín: "Es lo que más me preocupa, esperemos que sea lo menos posible".