"A priori siempre es mejor jugar con alguien que está más allá del top 100 que contra Berrettini, pero el ranking no me va a ganar el partido, voy a tener que ganarlo yo, jugando como contra Bautista y marcando la diferencia en la pista", advirtió Pablo Carreño antes de su partido de octavos de final frente al alemán Daniel Altmaier. Dicho y hecho. El asturiano salió concentrado frente al número 186 del mundo y lo despachó en dos horas y 22 minutos: 6-2, 7-5 y 6-2.

En cuartos le espera Novak Djokovic, con el recuerdo todavía fresco de lo ocurrido hace un mes en Nueva York, cuando el serbio fue descalificado por golpear con la pelota a una juez de línea cuando Carreño, con 6-5, se disponía a sacar para hacerse con el primer set.

"Cuando digo que no me veo inferior a ningún jugador no me refiero a que voy a ganar seguro todos los partidos y que soy superior a todos. Lo que significa es que, si doy mi nivel, si juego al nivel que estoy jugando no me veo inferior a nadie", asegura Pablo Carreño.