Míchel Madera, el fichaje sorpresa del Marino para la temporada más atípica, quiere dejar muy clara su implicación con el equipo que le convenció para continuar su carrera: "Por un momento pensé en apartarme, pero me apetecía seguir disfrutando y surgió la oportunidad del Marino. Vengo para ayudar e intentar llevarlo a objetivos superiores". Míchel, que en noviembre cumplirá 35 años, fue presentado ayer en Miramar, acompañado por el presidente, Luis Gallego, y el entrenador, Oli.

"Míchel tiene un perfil de jugador que es un lujo, un privilegio, para nosotros", reconoció Oli, muy satisfecho con la composición de la plantilla. "Han sido tres meses de locura, de mucho ajetreo para fichar lo que queríamos. Ahora me toca a mí sacar el mayor rendimiento posible, al grupo, que es muy bueno. Está claro que contar con Míchel, como antes con Lora, Luis Morán o Álex Arias, es una oportunidad que surge por circunstancias familiares o de amistad, no por dinero".

Según Míchel, su acuerdo con el Marino fue muy fácil: "Charlé con Luis en un primer momento y después me llamó también Oli. Estoy muy agradecido por el interés que han puesto. Para mí era importante quedarme ahora en Asturias, cerca de mi familia, y también estoy feliz de venir al Marino porque conozco a varios jugadores y sé que me van a arropar".

Sobre las aspiraciones del equipo, Oli lo tiene muy claro: "Nuestra ambición es quedar entre los seis primeros y creo que lo podemos conseguir. Seguro que los otros equipos asturianos del grupo también. Estamos todos muy parejos, con presupuestos parecidos. Es importante contar con gente en Miramar".