El Liberbank Oviedo Baloncesto cerró la pretemporada con una nueva derrota, la cuarta en otros tantos partidos, pero de nuevo dando la cara hasta el final con un equipo todavía en proceso de ensamble y ausente de varias piezas. El Tizona de Burgos, su rival de ayer, se llevó la victoria en casa con una jugada personal del base Ayoze Alonso a falta de menos de un segundo para el final.
La primera parte de los de Lezkano no fue buena. Hubo bastantes regalos defensivos, que facilitaron la labor de los locales y provocaron las dudas en los asturianos. Tras un empate a 11 mediado el primer cuarto, los burgaleses se fueron hasta un 23-15 al término de ese primer parcial y estiraron la diferencia hasta los 10 puntos en el arranque del segundo (27-17). El OCB peleó para dejar el marcador al descanso en 37-30.
La segunda parte fue otro cantar. El Oviedo empezó muy bien, con un parcial de 0-8 que le puso por delante por vez primera y le hizo ganar confianza, lo que se notó en una mayor solidez atrás y en la fluidez atacante. Al final del tercer cuarto, todo estaba en el aire (57-57).
El último parcial transcurrió en un toma y daca constante que hacía prever un final a cara o cruz. En el tramo final, con los asturianos uno abajo, Norelia falló un tiro librado, pero los locales también desperdiciaron su ocasión. A renglón seguido, nuevo fallo de Elijah Brown, pero con rebote ofensivo de Norelia, que forzó falta. Solo metió un tiro libre, y los cinco segundos restantes bastaron para que Ayoze cruzase la pista de costa a costa y anotase la canasta del triunfo castellano.
El encuentro sirvió para el regreso de Oliver Arteaga, lesionado en las últimas semanas. Estuvo bastante bien, y su concurso se presume decisivo en un equipo falto de experiencia en una liga tan competitiva como la LEB Oro. También se produjo el debut del base Micah Speight, que dejó buenas sensaciones. A falta de solamente una semana para que comience la liga, el técnico de los ovetenses, Natxo Lezkano, limitó la rotación a los jugadores de la primera plantilla, dejando sin jugar a Gonzalo Huerta y a Fran Sánchez.
De esta forma, con el equipo todavía en proceso de rodaje y pendiente de incorporar los últimos elementos de la plantilla, llega ya el inicio de la competición.
El conjunto asturiano debuta el próximo domingo, a las 12 del mediodía, frente al potente Breogán. Esta es la nueva hora fijada por el club para los encuentros de casa, que se celebrarán en Pumarín con un 30 por ciento de aforo. El conjunto entrenado por Natxo Lezkano afrontará ese partido con la más que probable ausencia de Saúl Blanco, aún sin debutar por problemas musculares; sin el pivot Kabasele, que aún no ha logrado salir del Congo por problemas burocráticos, y con un fichaje por hacer.
