Ricardo Bango (Gijón, 18-9-68) las vio de todos los colores en los derbis. Jugó en dos etapas muy diferentes en el Oviedo y, en el medio, experiencias en el Sevilla y el Sporting. Fue protagonista en varios partidos de rivalidad de la década de los 90, con goles a favor, en propia puerta, expulsiones...
"El derbi del 91 en el Tartiere lo ganamos con un gol mío de penalti. Se lo hizo Tati a Carlos y yo era el encargado de lanzarlos normalmente, incluso ya en Segunda. Creo que solo fallé uno con el Oviedo. Aquel día lo lancé raso, a la derecha del portero, que era Emilio".
"Tras el ascenso del 88, en pretemporada perdimos 3-1 con el Sporting. En aquel momento lo veíamos como un equipo consolidado en Primera, mientras que nosotros veníamos de años malos. Pero formamos un equipo muy competitivo, sobre todo en el Tartiere, donde nos sentíamos muy respaldados y seguros. A partir del segundo año nos veíamos con muchas posibilidades de ganar el derbi".
"Mi primer derbi con el Sporting, en el Tartiere en diciembre de 1995, lo perdimos con un gol mío en propia puerta. Fue un partido bronco, sin ocasiones, jugaba de central y me sentía seguro. Pero en el 89, al despejar un centro de Stojkovski, no le pegué bien y entró. Temí que me lo recordaran el domingo siguiente en El Molinón, pero no hubo ningún problema".
