El Oviedo ya está en el Tartiere para jugar el derbi. Alrededor de un centenar de aficionados desplazados en hotel de concentración, pero nada que ver con años anteriores por la pandemia, despidieron al equipo antes del partido bajo el orvallo. Además, las peñas organizaron un recibimiento en la calle Alejandro Casona, epicentro de la despedida. Los que estuvieron en el hotel, sobre todo hinchas jóvenes, animaron a los jugadores y se dejaron la garganta por su equipo.
"Vamos Oviedo, hay que ganar", les gritaban los hinchas en cuanto salieron por la puerta. Pero lo gordo vino después, cuando el autobús subió rumbo al estadio. Los aficionados utilizaron bengalas y animaron cantando al autobús del equipo. Por momentos fue una estampa como si fuese un derbi más y no existiese una pandemia, ya que guardar la distancia de seguridad era muy complicado. El Oviedo llegó al Tartiere pasadas las 20.00 horas en una expedición en la que iba Vallina, presidente azul.
