Los caprichos del calendario han querido que el primer Avilés Stadium-Real Avilés coincida con el inicio de la temporada en Tercera División. Un partido con morbo porque enfrenta al club histórico de la ciudad con el equipo que nació precisamente como respuesta al desencanto por la gestión del original. Se miden dos conceptos antagónicos, pero el domingo (12 horas) en el Muro de Zaro será solo un once contra once, solo fútbol.
"Somos los recién llegados y el favorito es el que está arriba", argumenta quitándose presión el presidente del Stadium, Sal de Rellán. Disfruta de un momento histórico, solo cinco años después de la fundación del club (17 de junio de 2015), pero le hubiese gustado que llegase en otras circunstancias.
La alerta naranja declarada ayer en Avilés por la Consejería de Salud añade incertidumbre a la celebración del partido, ya condicionado por las restricciones de público que figuran en el protocolo de la Federación Asturiana de Fútbol. Sal de Rellán ya trabaja para completar el aforo permitido en el Muro de Zaro, que será de 510 espectadores sentados.
El Stadium dará preferencia a sus socios porque, recalca Rellán, "somos un club de los de antes, en el que los dueños son los socios". El presidente agradece el apoyo de la afición (430 carnets la pasada temporada) y en este momento también quiere expresar su reconocimiento a los pioneros, "a los jugadores que vinieron con nosotros desinteresadamente la primera temporada, o a entrenadores como Luis Castro y Manel, que se volcaron".
Más allá de las diferencias entre los clubes, Sal de Rellán está convencido de que todo se desarrollará con normalidad: "Ya jugamos contra el filial del Avilés y no pasó nada".
