La puesta en escena del Liberbank Oviedo Baloncesto en Pumarín fue buena, con un trabajo defensivo excelente y una enorme intensidad. El equipo local salió a por el partido, a pesar de que su rival, el Breogán de Lugo, está entre los candidatos al ascenso y tiene un fondo de armario en su banquillo al que los asturianos ni se acercan.

A eso se le suma que las ausencias de Saúl Blanco, por lesión; de Kabasele, que vendrá la próxima semana tras resolver una serie de problemas burocráticos para viajar de Congo a España; y del nuevo fichaje, Cameron Oluyitan, que también llegará la semana que viene, acabaron por notarse en un OCB que necesita exprimir todos sus recursos para poder competir en esta categoría.

Las sensaciones del equipo local fueron muy buenas en el primer cuarto (16-12), pero no lograron darle continuidad en el segundo, cuando el Bregoán llegó a escaparse por diez puntos (21-31) a 4.22 para el descanso. Los azules volvieron a ajustar el marcador en el ecuador (35-38) y volvieron a protagonizar una gran salida a cancha, en la que lograron coger una ventaja de nueve puntos (51-42) tras una espectacular jugada entre Brown y Norelia (contraataque del escolta, que tira con el tablero y llegando desde atrás machaca Norelia) que, sin las restricciones de público (fueron 300 espectadores a Pumarín), hubiera hecho estallar el pequeño polideportivo carbayón.

Fue ese un momento importante del encuentro, pero el Breogán supo sujetarse al parqué, redujo rápido la renta y pasó por encima de los locales en un gran último periodo, en el que los ovetenses bajaron físicamente y, además, pagaron su inexperiencia en la LEB Oro. A pesar de la derrota, el OCB puede mantener la esperanza de que el equipo irá mejorando a medida que sus jugadores se vayan asentado y puedan contar con todos los que hoy faltaron por diversos motivos.