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La juventud toma el mando

El Oviedo, con nueve juveniles, una cadete y solo una senior, gana sus dos primeros partidos, sigue sin ceder un set y se pone líder

Las jugadoras del Club Voleibol Oviedo reciben instrucciones durante un partido de esta temporada. CVO

El equipo de Primera Nacional femenina del Club Voleibol Oviedo (CVO) ha comenzado la temporada como acabó la anterior: ganando todos sus partidos sin ceder ni un solo set. La diferencia es que el pasado curso competía en categoría autonómica y ahora lo hace en Primera Nacional, donde se mide a equipos que les superan sobre todo en experiencia. Y es que otra de las características más llamativas de este equipo es precisamente su juventud. Todos estos éxitos logrados por el CVO son obra de un grupo de chicas que, salvo una excepción, aún podrían competir en categorías inferiores, puesto que nueve de ellas son junior (ocho de primer año) y otra, la prometedora Julia Bobes, es aún cadete.

Pero esta supuesta inexperiencia no se ha notado en las dos primeras jornadas, en las que ganaron con una solvencia espectacular primero al riojano D'Elhuyar (25-13, 25-15 y 25-14) y a continuación al Calasancias Coruña (16-25, 17-25 y 16-25). Unos resultados que han sido posibles también porque han podido disputar sus partidos, algo que no ha sido posible para los otros dos conjuntos asturianos que forman este grupo: la Asociación Deportivos Los Campos, de Corvera, y La Curtidora, de Avilés, que han tenido que aplazar sus primeros partidos.

María Corral, entrenadora del CVO y directora deportiva del club, está convencida de que a pesar de este buen inicio terminarán pagando su falta de experiencia en a categoría, algo que valora también positivamente, puesto que les servirá para aprender: "Nos tocará lidiar con muchas cosas y a las jugadoras les tocará medirse a rivales más veteranas y entonces sufrirán al tener que enfrentarse a ese tipo de juego, pero también les servirá para aprender", señala la entrenadora del equipo ovetense.

Todo ello, además, en una situación complicada, con todas las dudas que conlleva la pandemia del coronavirus para la disputa de competición que no son profesionales. "Por ahora lo llevamos bien, tengo a algunas jugadoras que cursan Primero de Bachiller y que están haciendo el curso de manera semipresencial, pero estas niñas acaban siendo más responsables. Las jugadoras que están compitiendo a este nivel saben que cuando salgan del colegio tienen que aprovechar el tiempo para hacer su tarea antes que llegue el entrenamiento y aprender a planificarse", relata Corral.

Hasta tal punto es así que, según la entrenadora del CVO, la temporada pasada en algunos casos "subieron su nota media" debido a esa buena organización del tiempo a la que les obliga la práctica deportiva.

El CVO tiene ahora una jornada de descanso porque le tocaría enfrentarse al Universidad de Burgos, equipo que se ha retirado de la competición. Aun así, tendrán que seguir entrenándose y realizándose tests serológicos, algo a lo que obliga la Federación Española de Voleibol por la pandemia del coronavirus. El gasto de llevarlos a cabo corre a cuenta del club, algo que sería inviable en el caso de que les obligaran a realizarse un test PCR cada semana. "Los serológicos tenemos que pagarlos nosotros, si fueran PCR supondrían 28.000 euros y sería inviable".

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