En las grandes vueltas, el nivel de las fugas y la pelea por entrar en ellas suelen ser un indicativo de nivel. En esta Vuelta a España hay buena madera para las escapadas, corredores habilidosos en buscar la victoria en pequeños grupos y sacar adelante la pelea con el pelotón. Hoy ganó uno de ellos, el admirable belga Tim Wellens, un tipo que no se arruga y engrandece cada carrera en la que toma parte.

No escatimó en el esfuerzo, como tampoco Guillaume Martin, notable escalador francés que entró segundo en meta sin opciones de derrotar a Wellens. La jornada dejó otros dos detalles interesantes. Por un lado, la aparición de Thymen Aresman, un potente corredor holandés, de tan solo 20 años, que tiene pinta de gran rodador, aunque se tuvo que conformar con el tercer puesto.

Por otro, la confirmación de que el equipo Jumbo Visma, el más potente del pelotón internacional, ha aprendido de su severa derrota en el Tour. En España no cuenta solo con Roglic, sino con Sepp Kuus, uno de los mejores gregarios del mundo, que está demostrando un estado de forma que bien podría valerle para disputar el pódium. El equipo, en vez de conformarse con una jornada tranquila, trató de filtrar a Kuus, a solo 44 segundos en la general, en la fuga del día. El trabajo de Ineos evitó cualquier posible susto en la general. Hay carrera, aunque mañana no haya Tourmalet. Las fugas son la prueba.