La derrota del Oviedo en Butarque mete a los azules en problemas y las urgencias comienzan a aparecer cuando sólo se llevan ocho partidos de Liga. Ayer, los azules defendieron bien hasta que encajaron el primer gol, en el minuto 60, justo dos minutos después de que Ziganda hiciese un cuádruple cambio por primera vez en la temporada, pero ofensivamente volvieron a mostrar sus carencias, con un solo disparo entre los tres palos, el gol, en el minuto 92. En la primera mitad, el Leganés llevó todo el peso del partido, la posesión con un 69% de los locales, así lo reconoció, pero poco más. Los locales carecieron de profundidad ante un Oviedo que se plantó atrás con mucho orden. Los azules defendieron con intensidad y muchas ayudas ante un rival que disparó dos veces entre los tres palos. Sin embargo, ofensivamente el Oviedo apenas existió. Ni un disparo a portería y tres fuera. En la segunda mitad, el guion siguió igual hasta el gol del Leganés. A partir de ahí, los madrileños dieron un paso atrás, ante un Oviedo que quería y no podía. El Oviedo pasó a tener el balón, pero sin hacer daño y en una contra el equipo madrileño dejó el partido sentenciado hasta que Obeng maquilló la derrota con el gol en la prolongación. La derrota, unida a los resultados registrados en la jornada de ayer, mete a los de Ziganda en posición de descenso a Segunda B.
