A principios de este año las expectativas eran otras cuando se hacían los preparativos para celebrar los 90 años desde que Dionisio de la Huerta inventó el Descenso Internacional del Sella. Con lo que nadie contaba era con el impacto de la pandemia, que obligó a cancelar la prueba. Pero antes de que el mundo descubriera el "covid-19", el palista Maxi Llamedo Blanco había comenzado una particular andadura para rendir tributo al Sella.

Llamedo se propuso palear 90 descensos, unos en K-1 y otros en K-2, durante el presente ejercicio: un por cada Descenso. Y lo logró. Cumplió el reto el pasado sábado formando equipo con Juan Carlos Sierra, con quién ya remaba en a principios de la década de los 80. Maxi Llamedo está muy ligado al Sella y a la piragua. Su mayor éxito deportivo se remonta a 1984, cuando, junto a su hermano Milio, ganó el XLVIII Descenso, uno de los grandes logros del deporte de Arriondas.

El apellido Llamedo siempre ha estado estrechamente ligado al Sella. Maxi es miembro del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (Codis) y aporta su granito de arena para que la prueba continúe en lo más alto. Conoce a fondo los secretos de la competición, vive y disfruta el Sella como el primer día. Atrás quedaron la tensión y los nervios previos a la gran cita. Ahora toca el deleite más pausado, aunque también con su punto de emotividad, sea un descenso, quince o noventa en buena compañía.

Pese a que Maxi Llamedo triunfó en el mundo de la piragua en su río, no hay que olvidar que también destacó en otra disciplina que tuvo como epicentro las pistas de Infiesto y de Arriondas, en la segunda mitad de los años 70. Fue uno de los puntales del Club Patín Sella, equipo de hockey sobre patines que marcó una época en el Oriente. A ello debe sumarse otra gran pasión, las motos. Suele competir en la Copa Catalana de resistencia de motos clásicas en compañía de Jorge Luis Quirós.