Emiliano vale su peso en oro

Emiliano Zazo Fernández viajó a Tarragona, donde se disputaba el campeonato de España sub-18 de atletismo, con la esperanza de hacer un buen papel en su modalidad, lanzamiento de peso, y con el objetivo de regresar a Asturias con una medalla. El atleta de Llanera volvió a casa con el oro, batiendo tres veces su propio récord de Asturias sub-18 (ganó con una marca de 17,16 metros), y con la satisfacción de comprobar que el trabajo y el esfuerzo invertidos en el deporte le habían valido la pena.

Zazo forma parte del club Ciudad de Lugones, un equipo que, explica el padre del atleta, “es cada vez más potente”. Zazo García es, además de padre del campeón de España sub-18, su entrenador. “Era lanzador cuando era joven, competí a nivel regional y alguna vez nacional; pero ni mucho menos llegué a su nivel”, dice orgulloso. El hijo reconoce la influencia del padre, aunque en sus inicios probó otras cosas: “Fue en parte influenciado por mi padre, aunque empecé haciendo ‘cross’”, cuenta. Unos inicios que le han servido, como explica su padre: “En el lanzamiento es importante que el atleta sea muy rápido, es una mezcla de fuerza y velocidad, y Emiliano, aparte de sus características físicas, es rápido, que es algo que o se tiene o no se tiene”.

Una rapidez a la que sacó todo el provecho en Tarragona, donde completó un campeonato de España al aire libre perfecto: “Batí mi récord de Asturias, que estaba en 16,74, tres veces, y el último lanzamiento fue el mejor (pasó de 16,84 a 16,86 y, por último, 17,16). Fue un campeonato muy bueno, conseguí llegar en un momento idóneo, tener un buen día”, añade.

Lo necesitó porque tuvo que librar una batalla espectacular con el que es su mayor rival, el zaragozano Javier Cruz: “Se juntó todo, las buenas sensaciones que tuve y que mi rival estuvo peleando hasta el final y me obligó a ir al máximo”, dice el lanzador. Y es que su padre califica lo que se vivió en Tarragona como “épico”. Lo explica su hijo: “Sabía que tenía opciones de llevarme el título, pero no lo tenía muy claro porque sabía que estaba Javier y llevamos peleando el uno con el otro tiempo; pero sí que sabía que tenía posibilidades”.

El futuro es ahora una incógnita para Emiliano Zazo, que además de la aspiración de seguir creciendo como atleta tiene el sueño de, gracias a su rendimiento, obtener una beca para estudiar en Estados Unidos. De hecho, su último éxito ha sido un buen empujón para conseguirlo. “Mi objetivo es estudiar en Estados Unidos”, dice convencido el lanzador. Una aspiración que también ha tenido consecuencias en lo deportivo, como explica su padre: “En lanzamiento hay dos estilos, uno es el lineal, el de toda la vida, que es el que Emiliano ha practicado siempre; y el otro es el giratorio, que te puede llevar a lanzar más. Él empezó a entrenarse con el giratorio, pero es algo que lleva su tiempo y los resultados no se ven al momento; y, como se planteó ir a estudiar a Estados Unidos y vio que con el otro estilo bajaban sus marcas, finalmente optamos por regresar al estilo lineal y más adelante nos plantearemos volver a probar con el giratorio”.

Emiliano, además de por sus éxitos deportivos, es un orgullo para su padre por su capacidad para llevar al mismo ritmo los estudios: “Normalmente se busca el alto rendimiento sacrificando otras cosas, pero los estudios para nosotros son muy importantes”. El atleta explica que su sueño es cursar estudios de Marketing, “si puede ser en una Universidad de Estados Unidos”, donde le será más fácil “compaginarlo con el deporte”.

Le queda por delante un año en el que pasa a categoría sub-20 (lo que supone cambiar de 5 a 6 kilos el peso de la bala que lanza). Un tiempo en el que deberá seguir lanzando tan fuerte, tan rápido y tan lejos como le sea posible para alcanzar su sueño americano.