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Baloncesto | LEB Oro

Despegue en Orense

El Liberbank despeja las dudas de los primeros partidos con un meritorio triunfo cimentado en una gran defensa y el tiro exterior

Kabasele, rodeado por Mazaira, Joseph y Joan Tomàs. | Iñaki Osorio

En poco menos de dos horas, todas las dudas alrededor del Liberbank Oviedo se disiparon como una bruma matinal. El conjunto de Natxo Lezkano se dio un baño de autoestima ganando de forma convincente en la pista de un Ourense que había iniciado la temporada a un gran nivel de juego, llegando incluso a regalar la victoria en la cancha del favorito Valladolid. Pero ayer el mejor, de largo, fue el OCB. Plantó unos sólidos cimientos defensivos, tuvo suficiente lucidez en el movimiento de balón y acertó de lo lindo desde la línea de tres. Hasta se permitió el lujo de tener un final tranquilo. Y todo eso dando la sensación de que puede jugar mejor y con su desatascador Brown tragado por un agujero negro.

Sin embargo, la puesta en escena no fue demasiado buena para el Liberbank. Henríquez y el viejo conocido Van Wijk empezaron como aviones para dar ventaja inicial a los locales (9-2). Poco a poco, los de Lezkano se fueron asentando, a lo que ayudó la entrada desde el banquillo de Kabasele y su gran presencia interior. Pese a las dos faltas rápidas de Frey, la nulidad de Brown y las pérdidas, el Oviedo aguantó el tirón (21-20) al término de un primer cuarto que registró el debut de Saúl Blanco. Fue precisamente la primera canasta de Saúl con la camiseta del OCB la que estrenó las ventajas visitantes.

Mediado el segundo cuarto, todo apuntaba a que el Ourense estaba a punto de romper la cuerda. A los de Lezkano parecían pesarles las piernas en los desplazamientos laterales, y las penetraciones de los exteriores locales hicieron de oro a Joseph, que se fue al descanso con 17 puntos en su haber. La alarma se encendió con el 33-27 a favor de los gallegos.

Arteaga busca a quién pasar con la presión de Fall. | Iñaki Osorio

En ese momento emergieron la calidad y el acierto de Martí, que enlazó dos triples consecutivos, y de Frey, con cinco puntos en un santiamén, y contra todo pronóstico el Liberbank se retiró al vestuario con ventaja (39-42).

La segunda parte fue otro cantar. El Oviedo salió metido desde el principio, decidido a dar una vuelta de tuerca a su defensa y más seguro de sí mismo. La intensidad de Norelia borró del mapa a Van Wijk, Saúl aportó gran criterio al ataque y siguieron lloviendo los triples. El del jugador ovetense puso diez puntos arriba a los suyos, y el de Norelia, inesperado en un jugador al que no le sale nadie porque carece de mano, colocó una ventaja de once (50-61) y noqueó al Ourense, sostenido únicamente por la inspiración individual del pequeño de los Tomàs.

El entrenador local, Gonzalo García de Vitoria, intentó dar un golpe de timón en el último parcial subiendo las líneas de la presión en la subida de balón y colocándose en una zona 2-3. Pero era el día del OCB. En la primera defensa zonal, triplazo de Frey desde lejísimos. En la segunda, otro tanto de Speight. Atrás, inconmensurable labor de toda la rotación que fue poniendo en liza Lezkano, con especial mención para Martí, que se las apañó para anular a sus pares pese a su evidente inferioridad física. La guinda fue un triple de Ferreiro (60-75) a menos de cuatro minutos para el final, y el resto sobró.

El Liberbank se coloca con dos victorias y una derrota y, lo que es mejor, recibe un espaldarazo en una temporada que inició con incertidumbre dentro y fuera de la pista.

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