Después de una vida dedicada al kárate, Rodolfo Suárez Alonso (Oviedo, 16-11-1953) disfruta con el reconocimiento de la Federación Española, que le ha concedido por unanimidad el cinturón de noveno dan, el primero para un asturiano y el séptimo en España. “Estoy muy contento, sobre todo, por llegar así físicamente”, señala Suárez, que el próximo lunes cumplirá 67 años en plena forma. “Doy clases, preparo trabajos, estudios...”, añade para dejar claro que de momento no piensa alejarse del tatami.
“Intento ser concienzudo en todo lo que hago”, recalca Rodolfo Suárez, que el mismo día que le concedieron su nuevo cinturón recibió otra buena noticia desde la federación: “Me ratificaron como miembro de la comisión nacional de arbitraje, algo muy importante para mí después de veinte años como árbitro mundial”. Además de dar clases en su gimnasio, cuando la pandemia lo permite, Suárez dedica varias horas al día a ver combates y a informarse sobre las novedades de su deporte.
A Rodolfo Suárez no le frena ni el covid-19: “España fue de los primeros países de Europa en reanudar la actividad, con todas las medidas anticovid. Los combates se hacen con mascarilla y los árbitros también llevamos gafas especiales”. Recalca que la incidencia de casos en los gimnasios es muy baja, ensombrecida en Asturias, asegura, por un brote en dos gimnasios “low cost” de Gijón “que no tenían las medidas adecuadas”.
“El deporte no es el problema, es la solución”, añade Suárez, que argumenta: “La actividad física fortalece el sistema inmune”. Y, sobre todo, un deporte como el kárate “que viene muy bien en estos momentos porque refuerza el autocontrol”. Defiende su inclusión en el programa de los Juegos de Tokio “porque es un deporte muy desarrollado en el mundo, con 180 países en la federación internacional”.
