El Liberbank Oviedo Baloncesto conoció ayer el positivo por coronavirus de alguien que, si bien no es ninguno de los jugadores con ficha en el primer equipo, sí que ha estado presente durante los entrenamientos dirigidos por Natxo Lezkano. La consecuencia es que el partido que debía jugar el sábado ante el Palencia –equipo entrenado por el mierense Arturo Álvarez– en Pumarín ha sido aplazado y los jugadores tendrán que estar diez días confinados y sin entrenarse. El resto de integrantes de la plantilla se sometió ayer mismo a una prueba PCR y hoy se conocerá si algún otro miembro ha dado positivo.

El OCB había disputado tres partidos en lo que va de temporada en la LEB Oro, los tres que le correspondían, puesto que ya tuvo una jornada de descanso (el grupo del Oviedo Baloncesto es impar y cada jornada se queda un equipo de descanso). Un inicio que, además, estaba siendo muy prometedor tanto por los resultados como por el juego que había venido desplegando: perdió en la primera jornada ante uno de los grandes favoritos al ascenso, el Breogán de Lugo, y ganó los dos siguientes ante Melilla y Ourense. Un buen inicio que le había colocado en tercera posición, en el pelotón de cabeza del que a priori es el grupo más complicado de los dos que este curso componen la categoría.

El partido aplazado del sábado era, además, todo un clásico de la competición. El Palencia y el Oviedo se llevan enfrentando ocho temporadas, en las cuales en tres ocasiones también se han visto las caras en los play-off de ascenso a la ACB. En total, son 26 los partidos que han disputado, con 10 victorias para el OCB y 16 para Palencia.

Por si fueran pocos los ingredientes, el entrenador del Palencia es el mierense Arturo Álvarez, otro clásico de la categoría que se ha puesto al mando de uno de los equipos que aspira a estar en los puestos altos de la clasificación. En estos momentos son segundos con dos victorias y dos derrotas en el igualado grupo A de la LEB Oro.