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Tokio está a 400 kilómetros de Tineo

David Fernández, que acaba de batir el récord de España de lanzamiento de peso adaptado, va y vuelve a León dos veces por semana para entrenarse

David Fernández, en una competición Noé Menéndez

A David Fernández, de 33 años, el coronavirus le ha puesto algunos obstáculos más en el camino, pero ni mucho menos ha minado su voluntad de seguir progresando y superando retos. El domingo batió su propio récord de España de lanzamiento de peso en la categoría F57 durante el campeonato de España de atletismo adaptado que se disputó en San Fernando (Cádiz). Lo hizo por tan solo un centímetro, dejando la marca en 12,34 metros. Allí, junto a él, estuvo Manolo Martínez, el mejor lanzador de peso que ha dado España y que le entrena en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León.

“Mi gran objetivo son los Juegos y sé que tengo opciones”, dice el atleta asturiano

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Era la primera competición que tenía desde marzo, cuando la pandemia lo paró todo. “Fue solo un centímetro, pero es el lanzamiento más lejano que he hecho en mi vida, me hubiera gustado lanzar un poco más lejos pero no está mal para llevar tanto tiempo sin competir”, cuenta a LA NUEVA ESPAÑA el atleta de Tineo. La falta de competición es solo uno de los problemas que ha tenido David a causa del covid-19. Hasta marzo, el asturiano pasaba tres días a la semana en el CAR de León y ahora no se puede quedar allí: “Antes vivía entre Tineo, Oviedo y León, de lunes a miércoles me quedaba en la residencia del CAR de León por ser deportista de alto rendimiento, pero ahora no puede ser y lo que hago es que los lunes y los miércoles voy hasta allí, entreno cuatro horas, y me vuelvo; son dos horas de ida y otras dos de vuelta”. Unos 400 kilómetros que hace dos días por semana. Un esfuerzo que realiza en busca de un sueño: los Juegos Paralímpicos de Tokio. “Es mi gran objetivo, sé que tengo opciones”. Antes del reto de Tokio, si no ha logrado la clasificación previamente superando la marca mínima exigida, podría optar a clasificarse en el campeonato de Europa que se celebrará en Polonia en junio.

C.S.M. David Fernández junto a Miguel Méndez, el domingo en San Fernando, con sus medallas.

El sueño de David Fernández nace de una pesadilla que sufrió cuando tenía 25 años y tuvo un accidente de tráfico. “Me quedé dormido, tuve un accidente de coche y me choqué contra un árbol. Estuve 43 días en coma y 5 meses en el HUCA, me amputaron la pierna izquierda desde la rodilla”, relata el atleta. El primer paso antes de encontrar su sitio en los lanzamientos lo dio en un gimnasio de Oviedo, en el Palacio de los Deportes, y uno de los responsables de que ahora aspire a competir en los Juegos Paralímpicos y de que sea el mejor en lo suyo en España es Lodario Ramón, que dirige el Club San Mateo, al que tanto David como el también asturiano Miguel Méndez representaron en el Nacional y dejaron en un meritorio duodécimo puesto por clubes. Y eso que su especialidad es la halterofilia: “Siempre lo he dicho, Lodario me lo aportó todo. Al salir del hospital me hablaron de este gimnasio, yo no tenía fuerza ninguna y un día me pasé por el Palacio, hablé con Lodario, me empezó a transmitir los valores del deporte y comenzamos mi rehabilitación posthospitalaria. Lo que te enseña el deporte es que cuando tienes carencias de unas cosas debes fortalecer otras, al haber fortalecido tanto la espalda mis piernas no sufren, he ganado calidad de vida. Lodario me enseñó todo eso y luego me empezaron a gustar los lanzamientos y conseguí entrenar con Manolo Martínez”, explica el tinetense.

Este atleta agradece también las facilidades para entrenarse que durante todo este tiempo le han dado en Tineo, permitiéndole el acceso a las instalaciones deportivas. Tras el accidente, se jubiló de la térmica en la que trabajaba y ahora consagra su vida a su familia y al deporte. La modalidad en la que compite es F57, la que supone una discapacidad menor, y el lanzamiento se hace sentado en una silla de ruedas. Su compañero de equipo en el campeonato de España, Miguel Méndez, lo hizo en F52, donde compiten los que tienen lesiones más graves, y logró una medalla de plata en lanzamiento de peso. “Miguel es tetrapléjico y está empezando en esto”, cuenta sobre su compañero, natural de Cangas del Narcea pero que vive hace tiempo en Oviedo. Los dos tienen por delante un espléndido futuro deportivo: “Mi objetivo es ir acercándome a los 13 metros y después si puedo a los 14, por eso el retraso de los Juegos me ha venido bien. El atletismo paralímpico es más longevo y yo estoy entre los más jóvenes”.

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