La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las noches toledanas del Oviedo

“Es un poco de película”, dice el equipo ovetense sobre las medidas anticovid en el Nacional

El covid parece no poder con el bádminton asturiano. Al menos, lejos de las fronteras del Principado. Lo sabe bien el Oviedo Bádminton, equipo referente del deporte del volante en la región.

El club ovetense disputa este fin de semana en Toledo el Campeonato de España sub-19. La competición finaliza hoy y en total participan 130 jugadores. El problema más allá de la competición es la cantidad de contratiempos derivados de la incidencia de pandemia. En un deporte como el bádminton, alejado del foco de los grandes espectáculos, el avance del virus dificulta tanto el día a día deportivo que incluso las plantillas tienen que ingeniársela para comer en condiciones.

César González, técnico de los ovetenses, descuelga el teléfono desde Toledo y pone varios ejemplos que ponen de manifiesto las dificultades del torneo, pero dice que al mal tiempo buena cara. “Esto es un drama. Hoy (por ayer) tuvimos que desayunar en la terraza del hotel a las 9.00 de la mañana. Estábamos a seis grados, en la recepción casi no hay gente debido al covid y no pueden abrir en interior. Es un poco de película, aunque intentamos tomárnoslo con humor y competir lo que podamos”, explica González. El motivo es el protocolo vigente por la pandemia: muchos establecimientos solo pueden abrir en los exteriores, están bajo mínimos de personal y eso supone una complicación para muchos de los jugadores desplazados a Toledo desde Asturias. La gran suerte para la plantilla es que la mayoría de los padres han viajado con los chavales para estar con ellos en el torneo. Les hicieron la comida ya en Asturias y se arreglan entre prueba y prueba. Después de un partido, a comer en un táper. “Y menos mal, porque si no sería inviable. Aprovechamos algún rato para salir del recinto. Dentro del pabellón no podemos prácticamente hacer nada. Tenemos que ir con mascarilla todo el rato, no podemos juntarnos y desde luego tampoco dar charlas a los jugadores”, indica González, que fletó una furgoneta para poder llevar a los jugadores que no fueron con sus padres.

Pese a todo lo extraño del campeonato, que también incluye la parte del absoluto de parabádminton (adaptado), los chavales del Oviedo confían en lograr un buen puesto. Ayer se disputaron las semifinales y hoy tendrán lugar las finales. Laura María Solís perdió su partido y se queda con el bronce. Lo mismo sucede con Lucía Barrio y Vicente Gázquez en dobles mixtos. Hoy se jugará la final de dobles mixtos y se precisamente se enfrentarán dos parejas del Oviedo: Álvaro Leal y Laura María Solís, contra Pelayo Pinto y Candela Arcos.

“Los jugadores están con mucho ánimo. Llevan mucho tiempo sin poder competir con el covid y les presta. Están súper nerviosos, porque para muchos supone su primera competición”. Hace referencia a González a la extraña circunstancia del Oviedo Bádminton en Asturias. El club ovetense no puede competir en Asturias –el Principado prohibió la práctica deportiva salvo en categorías nacionales– pero puede aprovechar el atajo que le permite un torneo lejos de Asturias.

Compartir el artículo

stats