El Liberbank Oviedo regresó ayer a los entrenamientos tras el cumplimiento de la cuarentena que marca el protocolo de la Federación Española de Baloncesto por un positivo por covid-19 en la plantilla. Tras realizar dos pruebas PCR, los jugadores se ejercitaron en Pumarín –en la foto–, excepto Pablo Ferreiro y Marc Martí, debido a unos resultados no concluyentes. El técnico Natxo Lezkano dispondrá de dos semanas para preparar el próximo partido. Será el 6 de diciembre, frente a Valladolid en Pumarín.